Ceremonia de ingreso de don Pedro Martín Butragueño (parte 4)

Miércoles, 26 de Octubre de 2016.

[66] En referencia a Xalapa, considérese el ya citado trabajo de Orozco (2016); la costa caribeña colombiana había sido estudiada en Orozco y Guy (2008); para Granada es relevante Manjón-Cabeza, Pose y Sánchez (2014).

[67] Véase al respecto el trabajo de María José Serrano (2012).

[68] Se trata de la entrevista 102, ME-314-13H-07, turno 88, del CSCM (Martín Butragueño y Lastra 2015).

[69] Este fragmento procede de la entrevista 104, ME-191-13M-01, turnos 27-31, del CSCM (Martín Butragueño y Lastra 2015).

[70] Para este punto, véase también Martín Butragueño (2014, pp. 71-72 y p. 351).

[71] El dato puede verse en Martín Butragueño (2010b, p. 1004); en ese mismo capítulo se estudia en general la expansión urbana de México a lo largo del siglo xx y las consecuencias sociolingüísticas derivadas de tal proceso.

[72] Véase Garza (2003) para el desarrollo urbano y Martín Butragueño (2010b) para el contexto sociolingüístico. La influencia de las hablas centrales como uno de los ejes del modelo referido al español visto desde México se considera en Martín Butragueño (en preparación b), como se ha dicho supra.

[73] Ésa es la tesis principal de Martín Butragueño (2010b); se justifica por el cambio en los modos de vida, la retracción de las formas vernáculas tradicionales, la presión sobre las lenguas originarias, los movimientos poblacionales y los contactos entre lenguas y dialectos, las ventanas abiertas a las influencias venidas de todas partes, etc.

[74] No sólo por las realidades demográficas y urbanas, sino también por el desarrollo de la propia investigación lingüística nacional e internacional

[75] Para más información, véase , así como Lope Blanch (1986). Para una revisión general de la obra de Lope Blanch, cf. Martín Butragueño (2003).

[76] Los datos más analizados han sido sin duda los publicados en Lope Blanch (1971 y 1976).

[77] A través de la firma de un convenio, promovido por El Colegio de México a través de don Javier Garciadiego.

[78] Lope Blanch (1969b, 1979; una versión previa mucho más reducida había aparecido en 1965).

[79] Aunque hay algunas excepciones de años previos y de años posteriores. Según Lope Blanch (1990, p. 60), "en 1967 iniciamos, como parte de los trabajos del Seminario de Lingüística de El Colegio de México, las visitas a diversas localidades del extenso territorio mexicano. Al finalizar el año de 1969, habíamos realizado encuestas en 50 poblaciones".

[80] El Atlas lingüístico de México fue dirigido por Lope Blanch (1990-2000) y representa uno de los logros más importantes de la lingüística hispánica en México.

[81] En el conjunto aparecen también muestreos más minuciosos de algunas ciudades examinadas en investigaciones puntuales por diferentes alumnos, en aquella época, de Lope Blanch.

[82] La entrevista fue realizada por Raúl Ávila.

[83] El proyecto se concibió inicialmente sólo para delimitar las zonas dialectales del país (Lope Blanch 1969a); el Cuestionario se publicó tras realizar diferentes pruebas (Lope Blanch 1970).

[84] Una fracción de las muchas entrevistas aparece transcrita en Lope Blanch (1995). Con respecto a los límites del Atlas lingüístico de México, véase Alvar (1991).

[85] Alfredo F., hombre, de 21 años, pescador, nivel sociocultural medio bajo, grabado en 1972, en el punto 184 del Atlas Lingüístico de México (Lope Blanch 1990-2000), Bahía Kino, Sonora

[86] Me refiero a Lozanova (2000) para la Ciudad de México y a Torres (2014) para Guadalajara, entre otros, teniendo como punto de comparación la investigación de Lope Blanch. Sobre la vitalidad de los mayismos, véase la investigación de Pérez Aguilar (2000) para Chetumal, y la de Rosado (2012) para Mérida.

[87] Para las tendencias sociales de la evolución del léxico en campos tan variados como las innovaciones técnicas y las relaciones sociales, cf. Serrano (2014), tesis doctoral en la que se abordan en tiempo real una serie de procesos lingüísticos, considerando materiales del habla culta y popular de la Ciudad de México (cf. Lope Blanch 1971, 1976) y del CSCM.

[88] En particular, en los trabajos elaborados por Raúl Ávila. Puede verse en especial su libro Estudios de semántica social (1999).

[89] Considérese Perissinotto (1972, 1975), Moreno de Alba (1972), Lastra y Martín Butragueño (2006), Serrano (2014) y Martín Butragueño (2014).

[90] Como ha estudiado Ceballos Domínguez (2006), proyectando en tiempo aparente la inflexión del patrón de variantes a los años setenta.

[91] Véase Rosado (2011, pp. 152-153), en que la edad 3 favorece, bien que ligeramente, las soluciones oclusivas; tales variantes son favorecidas asimismo por las personas de nivel educativo bajo (ibid., p. 154). También son relevantes los trabajos de la misma autora de (2003) y (2012); la tesis de 2003 estudia inmigrantes yucatecos en la Ciudad de México. La de 2012 analiza diferentes problemas sociolingüísticos en Mérida, Yucatán. Michnowicz (2011) sugiere una rápida estandarización por parte de los jóvenes hacia las soluciones aproximantes.

[92] Los trabajos son Lastra y Martín Butragueño (en prensa) y Martín Butragueño (en prensa a); véanse también las referencias allí citadas.

[93] Véase en particular el cap. 2 de Martín Butragueño (2014), donde se analizan los rasgos sociales de los colaboradores del Atlas lingüístico de México (Lope Blanch 1990-2000) en relación con el debilitamiento vocálico; Serrano (2014) estudia en tiempo real materiales del habla culta y popular (Lope Blanch 1971, 1976) en comparación con el CSCM (Martín Butragueño y Lastra 2011, 2012, 2015).

[94] Éste es un problema que ha sido abordado por numerosos especialistas en historia de las lenguas. Una referencia útil en ese sentido, así como para considerar diferentes aspectos sociolingüísticos en los materiales históricos, es Conde Silvestre (2007).

[95] Al mencionar ejemplos de varias de las colecciones documentales disponibles, que nos remiten en algunos casos a personas nacidas a fines del siglo xix y conformadas como adultos lingüísticos durante el cambio al entonces nuevo siglo xx.

[96] En el CSCM se grabó a 19 personas de 70 o más años; la persona de más edad tenía 92 años. Por otra parte, este grupo de personas nació entre 1908 y 1934. El Habla de la República Mexicana (HRM) tiene al parecer registros de 51 personas de más de 70 años. La persona de más edad tenía 87 años. Las entrevistas del grupo se realizaron entre 1967 y 1977. Tomando como promedio aproximado 1972 y 75 años, el cálculo nos remite a 1897. En el Habla de la Ciudad de México (HCM) están registradas unos 8 hablantes de 70 años o más; la persona de más edad tenía 81 años. Considerando que las entrevistas se hicieron entre 1963 y 1968, significa que estas personas habían nacido hacia 1890. La persona de 81 años debió haber nacido hacia 1887.

[97] La grabación puede oírse en [26 de agosto de 2016]. Aunque se escucha con bastante claridad y es susceptible incluso de análisis espectrográfico, algunos fragmentos se enciman con la edición musical y sonora del programa televisivo.

[98] “Es un fondo muy interesante, que ha sido consultado por muchos especialistas nacionales y extranjeros. Forma parte del Archivo de la Palabra de la DEH, el primero en América Latina, compuesto por otros fondos, como Historia del Cine Mexicano, Historia de la Educación en México, los Contemporáneos de los años 70, y Refugiados Españoles en México, del cual ya se tiene también un catálogo”, según se menciona en

[8 de agosto de 2016]. Para más noticias, véase Espejel (2013).

[99] "Integrado por diversos fondos y temáticas que consisten en entrevistas a personajes de distintos momentos de la historia del siglo xx a partir del periodo revolucionario, entre los que destaca el movimiento zapatista, la historia del cine en México y la Historia de la medicina en México". Por cierto que "[...] los materiales originales se encuentran en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y en la Biblioteca Manuel Orozco y Berra de la Dirección de Estudios Históricos". Véase al respecto [8 de agosto de 2016]. Existen también noticias de un DVD: "Batallas que permanecían sólo en el recuerdo de sus protagonistas, formarán parte de un rico acervo que conjunta cerca de 400 testimonios de quienes participaron en el movimiento armado de 1910, el cual podrá consultarse en el Catálogo Fondo Revolución Mexicana: entrevistas de Historia Oral del Archivo de la Palabra, que será editado próximamente en formato DVD, por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta). Se trata de un proyecto, coordinado por las investigadoras María Esther Jasso y Marcela Cobos, de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del INAH, que busca facilitar la investigación de especialistas y hacer accesible estos testimonios al público en general. La historiadora Jasso detalló que esta edición digital contendrá un resumen de cada una de las 385 entrevistas realizadas en la década de los 70, a veteranos de la Revolución, como parte de un proyecto de historia oral impulsado por las investigadoras eméritas Alicia Olivera de Bonfil y Eugenia Meyer, del INAH y la UNAM, respectivamente", según la noticia publicada el 1 de diciembre de 2011 en [8 de agosto de 2016]. Existe el libro compilado por Arboleyda en 2014 (Voces de la Revolución, guiones radiofónicos). Según Marentes (2015), "Voces de la Revolución es un libro que reúne y analiza testimonios obtenidos por investigadores hace casi cuarenta años a través de grabaciones de campo realizadas con gente que, de una u otra forma, tomó parte del más importante movimiento armado del siglo xx en nuestro país: la Revolución mexicana". También existen materiales audiovisuales sobre la Revolución en la Filmoteca de la UNAM, según se menciona en : "Se trata de materiales propiedad de la Filmoteca de la UNAM, que fueron restaurados por el INAH, [...] para su integración en un DVD conmemorativo" [3 de septiembre de 2016].

[100] Un gran desafío es la posibilidad de encontrar y estudiar documentos orales previos a la época en que se empezó a aplicar una metodología sistemática en la recolección de datos. Cabe recordar aquí algunos textos sobre criterios de edición filológica, como Blecua (1983) y especialmente Higashi (2013). Véase también Reynoso y Company (2009).

[101] Desde luego entre otros.

[102] En las introducciones a la edición del CSCM (Martín Butragueño y Lastra 2011, 2012, 2015) pueden encontrarse diferentes observaciones sobre el formato de audio recomendable, sobre los criterios de transcripción y sobre las características de la base de datos, en términos de la descripción sociolingüística de las personas y la descripción física del material. Es claro, sin embargo, que es necesario desarrollar criterios filológicos más detallados para generar documentos sonoros y audiovisuales que se presten al estudio lingüístico de los registros. Y deben jerarquizarse los intereses de los estudios interpretativos, no sólo lingüísticos, sino por ejemplo históricos o sociales.Aquí la lógica es la misma que con cualquier otro tipo de documentos. El nivel de precisión y el rigor editorial de un documento debe ser el máximo si el propósito es que sirva para el estudio lingüístico.

[103] Aunque ciertamente cuanto más se retrocede en el tiempo menos se puede elegir, y se depende más de lo que pueda encontrarse.

[104] Para una descripción general del aparato y sus posibilidades, véase Ramis (s.f.).

[105] La noticia aparece por ejemplo en Criado (2008). Según Wilipedia , en , la canción "Au clair de la Lune" es una canción francesa y anónima, del s. xvii; se aventura que su autor pueda ser Lully. Según es del s. xviii. Para es una canción popular.

[106] Este audio se registró el 9 de abril de 1860. Ésta y otras grabaciones pueden encontrarse en First Sounds , a cargo de David Giovannoni, Patrick Feaster, Richard Martin y Megan Hennessey [28 de septiembre de 2016]; de estos dos últimos investigadores, véase también Archeophone Records [28 de septiembre de 2016]. En First Soundsse dispone de grabaciones de Martinville, de Thomas Edison, Charles Batchelor y el Metropolitan Elevated Railroad, y de Volta Laboratory Associates. El audio del ejemplo se encuentra en ; cf. Feaster (2010) para mayor información sobre Martinville. Existen fonotoautogramas de Martinville desde 1857: "Many phonautograms from 1857 also survive, but they lack the tuning-fork timecode, so in these cases we have no objective means of correcting for speed fluctuations, which are generally great enough to render sung melodies utterly unrecognizable", según [5 de septiembre de 2016].

[107] Según la información que figura en [5 de septiembre de 2016].

[108] Una grabación que circula en la red, por ejemplo, en [5 de septiembre de 2016] es al parecer de 1927. Véase la citada página de First Sounds para más información y grabaciones de la década de 1880, así como también el "Early sound recording collection and sound recovery project" promovido por The National Museum of American History, en[5 de septiembre de 2016].

[109] La reseña de Katz (2012) sólo menciona St. Louis, en apariencia; que sea San Luis Missouri es suposición mía.

[110] Según Katz (2012). El audio puede oírse en [18 de agosto de 2016].

[111] Según Moreno H. (2004) hubo dos presentaciones; en la edición consultada, Prieto escribe Belemitas (1993, p. 370), aunque en otros lados aparece como Betlemitas o Bethlemitas: corresponde a la actual calle de Filomeno Mata, según el propio Moreno H. Véase otros detalles interesantes en (Nalle s. f.) [5 de septiembre de 2016]: según esta página, el propio Edison mandó a Porfirio Díaz un fonógrafo, en el que Díaz registró algunos discursos, sirviéndose de cilindros; para 1888 ya existía un aparato mejorado, dotado de motor eléctrico y cintas de cera; también se señala que "en la biblioteca de la Universidad de California en Santa Bárbara, existe una colección de grabaciones en cilindros de Edison, una de ellas de artistas mexicanos" (id.).

[112] Según recoge Prieto (1993, p. 373).

[113] La cita se encuentra en la p. 375 de la recopilación de 1993. Villegas es Esteban Manuel de Villegas (1589-1669), y lo que recita Prieto ante el fonógrafo es la primera estrofa de la célebre oda sáfica Al Céfiro (véase por ejemplo Ynduráin 1950).

[114] Tal historia va más allá del rápido recuento actual. Véanse un par de páginas en wikipedia para algunas datos generales: y [6 de septiembre de 2016].

[115] Las cuatro expediciones de Carl S. Lumholtz a México entre 1890 y 1898 fueron patrocinadas por el American Museum of Natural History; entre otras cosas colectadas, "the photos show the indigenous peoples Lumholtz encountered, including Tarahumara, Pima, Tepehuan, Cora, Huichol, and Tabasco Indians", como se explica en [6 de septiembre de 2016]; sobre el " Early Sound Recording Collection and Sound Recovery Project" del mismo museo, cf. <http://americanhistory.si.edu/press/fact-sheets/early-sound-recording-collection-and-sound-recovery-project> [6 de septiembre de 2016]; véase también Nalle (s.f.) y [6 de septiembre de 2016] para otras noticias. Debe verse también el libro publicado por Lumholtz en 1902 (traducido en 2012). 

[116] Con grabaciones históricas de compositores poblanos, así como dedicadas a Puebla o tradicionales en ese estado. Cito a través de Huesca Martínez (s.f.), pues en la página [7 de septiembre de 2016], se encuentran subidos los audios de los tres CDs con el acervo debido a Jesús Flores y Escalante y Pablo Dueñas, al parecer en la Serie compositores poblanos y con el título de Grabaciones históricas, que no he podido localizar por otro medio. Sobre la serie de compositores poblanos, véase Aurioles (2009).

[117] Cf. para la tesis de Marden su propio texto (1894, 1896) y Henríquez Ureña (1938), donde se traduce y anota la tesis de Marden. Sería interesante preparar una edición crítica de este volumen, o por lo menos de la tesis de Marden, así como de varios de los estudios lingüísticos de Henríquez Ureña.

[118] A Charles Carroll Marden (1867-1932) se deben ediciones del Poema de Fernán González (1904), del Libro de Apolonio (1917, 1922), de Cuatro poemas de Berceo (1928) y de Veintitrés Milagros de Berceo (1929), y dejó inconclusa una edición del Poema de Alexandre. Pueden verse los datos proporcionados por W.A.N. y G.T.N. (1932) y por Tarr (1933). El original de su tesis doctoral, The Phonology of the Spanish Dialect of Mexico City, de 1894, puede consultarse en [7 de agosto de 2016]. La versión publicada en 1986 puede verse en [7 de agosto de 2016].

[119] Como hizo notorio don Pedro Henríquez Ureña en el volumen de 1938.

[120] Si uno ha tenido el privilegio de dar un paseo por el repositorio de la Fonoteca Nacional, sabe que desde la misma época se dispone de manera consistente de diferentes registros de la lengua oral, que aunque no recogidos con el propósito de documentar el habla como tal, lo pueden hacer de manera indirecta al estructurar un corpus de habla.

[121] El audio está subido en "Joyas de la Fonoteca Nacional", disponible en [7 de septiembre de 2016], al igual que otros archivos mencionados en seguida en el texto.

[122] Las "Joyas de la Fonoteca Nacional" permiten escuchar también, entre otras, las voces de Torres Bodet (en 1949), Vasconcelos (en 1954) o Diego Rivera (en 1955).

[123] Muerto en 1913 a los 39 años.

[124] Puede escucharse en [7 de septiembre de 2016].

[125] El cine llega a México en 1896, y la Filmoteca de la UNAM es un repositorio especialmente relevante: "El tren fantasmaEl puño de hierro y Tepeyac son los tres únicos largometrajes de ficción silentes mexicanos que se conservan hasta la fecha. Estas películas muestran temas que aún atañen a la realidad mexicana, así como escenas de gran valor e importancia para la historia documental del país", según [9 de agosto de 2016]. "Aunque la Filmoteca posee fragmentos de Santa de Luis G. Peredo (1918), ésta no se ha incluido pues sólo se cuenta hasta este momento con aproximadamente el 50% de su contenido. Desgraciadamente, para la historia del cine nacional, el 90 o 95% de lo que fue la producción fílmica en México, desde la llegada del cine, en 1896, hasta inicios de la década de 1930, cuando se pasó a hacer cine con sonido, está desaparecido" (id.).

[126] La película puede verse completa en y en [7 de septiembre de 2016]. Como señala la página , "antes de 1932 ya se habían filmado otras películas con sonido indirecto en el país, sin embargo Santa fue la primera cinta mexicana que incorporó la técnica del sonido directo, creada por los hermanos Joselito y Roberto Rodríguez, mexicanos que bautizaron a su invento con el nombre de Rodríguez Sound Recording System, con el que revolucionaron el sistema para obtener la sincronía perfecta entre la imagen y el sonido en el cine".

[127] Puede escucharse una pequeña antología en [consultado el 5 de agosto de 2016]. En [7 de septiembre de 2016], por ejemplo, se oye en vivo a Pedro Infante en un programa de 1951, en el decimotercer aniversario de la XEQ. La antecesora de la XEB, asociada a la empresa "El Buen Tono" empieza a transmitir en 1923, como se afirma en [7 de septiembre de 2016]. Aparecen algunas noticias interesantes en el blog <http://lamusicasinfinal.blogspot.mx/2010/10/xew-la-voz-de-la-america-latina-desde.html> [7 de septiembre de 2016].

[128] El texto pionero de Gutiérrez Eskildsen parece haber sido un trabajo escolar presentado a la clase de Dávila Garibi y luego recogido en Investigaciones Lingüísticas, la primera revista mexicana de la especialidad, que habría de desaparecer poco después, tras el fallecimiento de su mentor, don Mariano Silva y Aceves. El trabajo de Gutiérrez Eskildsen (1937) tiene dos puntos de interés para el lector moderno: el primero es de carácter historiográfico, pues debe situarse en una época de titubeante nacimiento de la lingüística local, sobre todo de la hispánica. El segundo es la ubicación de un contexto específico a través de los patrones entonativos. Parece razonable pensar que este diáfano y complejísimo propósito no debería olvidarse, sobre todo si se está dispuesto a aceptar una perspectiva sociolingüística y realista de acercamiento al lenguaje. Estos testimonios ya los había citado en Martín Butragueño (2006) y los he recogido ahora en el cap. 1 de Martín Butragueño (en preparación a), de donde se toman algunas de las palabras del texto y de esta nota y se ofrece un marco mayor con más detalles sobre los trabajos de prosodia sobre el español mexicano. Por cierto que la misma Gutiérrez Eskildsen da una noticia de gran relevancia para la historia de los registros lingüísticos: “A falta de aparatos fonéticos, el maestro don Pablo González Casanova, ideó el fonofotógrafo, es decir, un aparato que impresionando películas especiales con apego a ciertas normas y en determinadas condiciones, unía la fotografía con el trabajo de laboratorio cinematográfico. A las pruebas que obtuvo tomándolas de boca de indígenas, les llamó fonofotogramas” (Gutiérrez Eskildsen 1937, p. 79).

[129] La referencia es Botha (2016). Muy recomendables son los tres extraordinarios volúmenes de Alan Barnard: Social Anthropology and Human Origins (2011), Genesis of Symbolic Thought (2012) y Language in Prehistory(2016). También resultan de interés los libros de Moreno y Mendívil-Giró (2014) y de Berwick y Chomsky (2016).

[130] Se trata del ya citado Labov (2013), volumen en el que su autor sintetiza muchos de sus hallazgos sobre las narraciones basadas en experiencias de vida, incluidos los principios metodológicos y la aplicación al análisis de diferentes casos.

[131] Véase Gilliéron (1918), Labov (1994, caps. 1 a 4), Phillips (2006), Labov (2010, p. 261), Martín Butragueño (2014, pp. 109-122), Serrano (2014, cap. 5) y García Mouton (2015) para contextualizar la idea.

[132] La idea de un plan corporal en los seres vivos procede de Goethe (cf. 2015, original de 1790); para los principios matemáticos de la morfogénesis, cf. Thom (2000); desde el ángulo lingüístico, véase el libro de Berwick y Chomsky (2016). No se pretende que todas estas orientaciones estén en la misma tradición.

[133] La importancia para la sociolingüística del estudio de las necesidades de los hablantes se desarrolla en Martín Butragueño (2010a) y en el cap. 1 de (2014). Una visión no muy distante, fundamentada en el análisis de los recursos lingüísticos, puede encontrarse en Blommaert (2010).

[134] En el sentido desarrollado por Eckert (2008, 2012), o como resume la propia Eckert (s.f.) en su página: "Building on the findings of the First and Second Waves of variation studies, the Third Wave focuses on the social meaning of variables. It views styles, rather than variables, as directly associated with identity categories, and explores the contributions of variables to styles. In so doing, it departs from the dialect-based approach of the first two waves, and views variables as located in layered communities. Since it takes social meaning as primary, it examines not just variables that are of prior interest to linguists (e.g. changes in progress) but any linguistic material that serves a social/stylistic purpose. And in shifting the focus from dialects to styles, it shifts the focus from speaker categories to the construction of personae", en [10 de septiembre de 2016].

[135] Para un desarrollo más detenido de esta idea, véase Martín Butragueño (en preparación b).

Respuesta al discurso de ingreso de don Pedro Martín Butragueño

Es un grato deber y un honor representar a la Academia Mexicana de la Lengua en este acto para dar la bienvenida como su miembro de número a don Pedro Martín Butragueño, quien a partir de ahora ocupará la silla vigésimo octava. Es asimismo un placer y un honor en lo personal contestar su brillante discurso de ingreso, porque don Pedro Martín es mi colega desde hace muchos años y porque conozco la calidad de su trayectoria y de sus trabajos. Bienvenido sea usted a esta Corporación, que es ya su casa académica, don Pedro Martín Butragueño. Bienvenido seas, querido Pedro, a la Academia Mexicana de la Lengua.

La Academia Mexicana de la Lengua se enriquece ahora con un magnífico lingüista, y es necesario subrayar la palabra lingüista, porque aunque la mayoría de Academias ostente el título de la Lengua, el oficio de lingüista, gramático o filólogo suele ser una rara avis en estas corporaciones. La nuestra, hay que decirlo, es un caso singular de aprecio, o de relativo aprecio, por esta vieja profesión de gramático y filólogo, llamados más modernamente lingüistas, porque ha acogido a casi una decena de filólogos y gramáticos en los 150 años de su historia. Parecen pocos, lo son, pero no son tan escasos si consideramos que otras Academias hermanas no han tenido nunca, o no tienen a la fecha, estas raras aves en su corporación.

Los méritos curriculares de don Pedro Martín Butragueño son muchos y solo ellos lo trajeron a esta casa. Se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid en 1991, hizo un posdoctorado en El Colegio de México en los años 1992 y 1993, y desde 1994 es profesor-investigador de esa institución, familiarmente conocida como el Colmex. Es miembro del SNI nivel III; ha publicado 26 libros, sea como autor, coautor o editor. Ha publicado asimismo casi un centenar de trabajos arbitrados, entre artículos y capítulos en libros. Ha impartido numerosos cursos, cursillos, talleres y conferencias en diferentes instituciones de nuestro país, así como en otras diversas universidades de América ─Colombia, Puerto Rico, Venezuela─, de Europa ─en varias de España y en Alemania─ y de Asia ─ Universidad de Tokio─. Y es, y en esto quiero poner énfasis, un gran formador de jóvenes, riguroso y exigente, pero de gran generosidad con su tiempo y con su conocimiento, cosa importe y loable la de formador, porque los jóvenes tomarán, o ya están tomando, la estafeta de nuestro oficio. Es además, cosa importantísima, un gran propulsor de nuevos proyectos y de nuevos espacios de investigación, con la virtud añadida de que sabe empezarlos, coordinarlos con sabiduría y cerrarlos con calidad. Y sabe además trabajar en equipo y guiar las riendas con delicadeza pero con firmeza.

Mencionaré nada más tres de esos proyectos, que nos dan idea cabal de las líneas centrales de su trabajo y de sus intereses: la Historia sociolingüística de México, codirigido con Rebeca Barriga, el Corpus Sociolingüístico de la Ciudad de México, codirigido con nuestra compañera Yolanda Lastra, e insertado en el gran proyecto panhispánico el corpus presea, o la coordinación del Corpus Oral del Español de México, realizado junto a dos discípulas, Érika Mendoza y Leonor Orozco. Y por si fuera poco, es director de la prestigiada Nueva Revista de Filología Hispánica, que sale con puntualidad y excelencia desde hace mucho.

Pedro Martín Butragueño es, en suma, un trabajador incansable y comprometido, un gran especialista que ha abierto nuevos caminos y temas de investigación y que también ha retomado caminos tradicionales de la lingüística mexicana que estaban un tanto abandonados, como es el caso de la Dialectología, de larga tradición en nuestro país ─en sus manifestaciones diatópica, la más tradicional, pero también diastrática y diafásica─, pero recabando datos y analizándola con nuevos ojos y nuevos métodos.

Sus líneas de investigación son de especial valía para la Academia Mexicana de la Lengua porque complementan las de otros lingüistas de nuestra casa y serán de gran ayuda, ya lo son, en las tareas nacionales e internacionales que nuestra corporación se ha propuesto y tiene encomendadas. Como ya anticipan los títulos de los tres proyectos arriba mencionados, es especialista en Variación Lingüística Sincrónica del Español, particularmente la variación fónica, segmental y prosódica, aunque también ha atendido la variación morfosintáctica; es especialista en Métodos de Medición Sociolingüística, cómo hoy nos ha mostrado en su discurso, y es especialista en Lingüística de Corpus, Filología pues, porque así se llamó siempre, aunque no tuviera el refinamiento metodológico actual. Es un filólogo, sin más calificativos, porque llega a los fondos documentales, que, en el caso de Pedro Martín Butragueño, son los hablantes vivos y las fonotecas, extrae la información que estos archivos vivos nos proporcionan y la analiza para entender mejor cómo la lengua es un extenso y diverso territorio por donde atraviesa la cultura toda y por donde atraviesa y se manifiesta casi cualquier faceta de la vida cotidiana.

Por sus estudios especializados en variación lingüística, por sus aportaciones teóricas y metodológicas al mejor conocimiento de la lengua oral española, y por sus valiosas contribuciones a la generación de corpus orales fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.

La elección e ingreso de don Pedro Martín Butragueño como académico de número y el perfil profesional que él representa atienden cabalmente el artículo 1 de los Estatutos de nuestra Academia, que a la letra dice: “La Academia Mexicana de la Lengua tiene por objeto el estudio de la lengua española y en especial cuanto se refiera a los modos peculiares de hablarla y escribirla en México”.

Los modos peculiares que hoy nos convocan con el ingreso de don Pedro Martín Butragueño son los propios de la oralidad mexicana, los métodos posibles de cómo rescatar el tiempo pasado reciente desde el hoy metodológico, el presente extendido de la oralidad, sea mediante la comparación de hablantes en una sincronía de tiempo aparente, sea buscando oralidad en un tiempo real no tan reciente ya, husmeando y rescatando viejos corpus orales y fonotecas.

¿Por qué es importante el discurso de ingreso de don Pedro Martín Butragueño? En primer lugar, porque ha sido una clase magistral, erudita y amena a la vez. Erudición justa y necesaria, pero también amena, con ejemplos paradigmáticos, simpáticos y hasta entrañables, y porque nos ha llevado de la oreja, que no de la mano ─como le dije a Pedro hace meses, cuando me invitó a contestar su discurso de ingreso─, y nos ha mostrado que la oralidad no vive estrictamente en el presente y no es tan efímera. Las nuevas tecnologías pueden fijarla y los actuales métodos sociolingüísticos pueden reconstruirla.

El mensaje que yo recojo, como el que habrán recogido muchos de ustedes, es que muy pronto, si no es que desde ahora, “desde ya” como decimos en México, los historiadores de la lengua deberemos incluir la oralidad en las largas diacronías que nos ocupan, y quienes hacen sincronía podrán adentrarse en la historia oral y reconstruirla para entender mejor el funcionamiento histórico o el devenir de una lengua, como la ha hecho y lo ha mostrado hoy en su discurso Pedro Martín.

En segundo lugar, su discurso es importante por una razón obvia para los profesionales de la lengua ─los obreros de la lengua es la expresión que a mí me gusta usar, para llamarme y llamarnos─, pero nada obvia para los hablantes normales ni para los escritores ni para los literatos. Su discurso ha dejado en claro que la lengua vive y se enriquece diariamente en su oralidad, y que la oralidad cotidiana tiene prioridad biológica, cultural e histórica sobre la lengua escrita. Aquella, la oralidad, es patrimonio intangible y propiedad de todos los seres humanos, en cualquier coordenada espacio-temporal o situación social o cultural en que los seres humanos nos hallemos, mientras que la segunda, la escritura, es un fenómeno urbano, restringido a unos cuantos hablantes, aunque sean millones ya afortunadamente, y es un fenómeno de élite, en el sentido de que compete a unos pocos nada más, cuando se la usa para la creación o para la reflexión creativa.

En tercer lugar, su discurso es importante porque ha puesto de manifiesto que todas las variantes de la lengua española, absolutamente todas, sean cultas o populares, rurales o urbanas, cuidadas o informales, contribuyen por igual al concierto de hacer del español una lengua integral, viva y funcional, policéntrica y multinormativa, como lo es cualquier lengua, sea cual sea su extensión geográfica y sea cual sea su número de hablantes. Y de ello resulta una obviedad, al menos para quienes nos interesamos por la historia de la lengua, a saber, que la capacidad de hablar una lengua es lo único que nos hace ser seres históricos. Todos los seres humanos hemos recibido la lengua que hablamos como una herencia del pasado, que, además de permitirnos la comunicación, con nuestros semejantes, nos hace depositarios también de la cultura y de la visión de mundo de los seres que la utilizaron antes de nosotros. Somos seres históricos gracias, fundamentalmente, a la lengua oral, puesto que por medio de ella, y sólo a través de ella, transmitimos experiencias de padres a hijos, de abuelos a nietos, de amigos a amigos. Lo que nos hace únicos en el planeta es muy posiblemente la posibilidad de transmitir experiencias oralmente y, en segundo plano, mediante la escritura.

La historicidad está cargada de rutinas ritualmente repetidas a lo largo de siglos y generaciones, como nos ha mostrado Pedro en sus ejemplos. Ese conjunto de rutinas o hábitos aprendidos y sobre todo heredados por los hablantes, transmitido de padres a hijos, sobre todo a través de la oralidad, insisto, es, en esencia, la lengua. Y hablar un determinado dialecto nos hace ser seres con una determinada historia y con una determinada identidad, que para nosotros es la identidad mexicana, multidialectal, multisocial y multicultural, mostrada y analizada por don Pedro Martín Butragueño hoy. En la historicidad oral, rescatada mediante métodos diversos, surge, vive y se recrea el español hablado en México, con lo que comparte con otros dialectos de la lengua española, y con lo que le es único e identitario.

El cuarto y último aspecto importante del discurso leído por don Pedro Martín Butragueño es el énfasis en la Lingüística de Corpus, expuesta como un hilo conductor a lo largo de toda su exposición. Dejo este aspecto para el final porque es digno de ser subrayado y porque me detendré unos segundos más de lo debido. Hacer corpus es una especialidad importante, tanto por las dificultades metodológicas que entraña, como por la importancia cultural y antropológica que tiene para una sociedad tener corpus disponibles de libre acceso. Y hago énfasis en esto porque algunos creadores, no pocos debo decir, e incluso lingüistas no filólogos, suelen pensar que hacer un corpus es simplemente un acto técnico de juntar textos. Dista de ser así. Hacer corpus extensos, con rigor metodológico y amplias bases empíricas, no es simplemente juntar textos, o grabaciones en el caso de don Pedro, y ponerlos en el disco duro de una computadora o en cintas ad hoc. No. Crear corpus, orales o escritos, y ponerlos al servicio de la comunidad de estudiosos y de la sociedad toda es crear infraestructura para la investigación, y esa creación de infraestructura hace posible conocer con finura y rigor cuáles son los ejes identitarios que nos otorgan una historicidad específica.

Hacer corpus luce poco ─bueno, ni siquiera se pueden informar como libros de autoría, en esta época de informes y evaluaciones─, se tarda mucho en verlos completos y funcionando, y producen la sensación de que están siempre inacabados ─cosa cierta, porque los corpus están siempre abiertos a mejoras tecnológicas y metodológicas y siempre abiertos a enriquecimiento cuantitativo─ y suelen, como digo, ser considerados con frecuencia un proceso meramente técnico. Lejos de ser atinadas estas apreciaciones, generar corpus requiere no sólo mucha investigación para concebirlos con sistematicidad y hacerlos mejores y más sencillos en su consulta, sino que requiere, además, un diálogo y trabajo trans-, inter- y multidisciplinario complejos.

El recorrido de Pedro Martín Butragueño por los corpus orales de México es una muestra de que la generación de corpus lingüísticos, es investigación y es, por encima de todo, un acto de responsabilidad social y profesional, porque con ellos los jóvenes estudiosos de la lengua, así como los estudiosos de muchas otras disciplinas y nosotros mismos podremos entender mejor la sociedad que se expresa en lengua española, podremos describirla de manera más fina, y podremos comprender mejor cuáles son y han sido las historicidades que han guiado y guían nuestra sociedad.

Don Pedro Martín Butragueño hace lingüística de corpus y la hace muy bien. Su discurso ha sido un recorrido por las metodologías de elaboración de corpus; ha sido también un recorrido de cómo rescatar y reusar, con fines del estudio diacrónico de la oralidad, corpus orales que estaban hasta hace poco olvidados o arrumbados; ha sido asimismo un recorrido por los avances tecnológicos de grabación de voz desde sus pininos en el siglo xix hasta la fecha; y ha sido un sugerente recorrido de cómo las fonotecas, creadas esencialmente con fines culturales, sociales o antropológicos, pueden constituir valiosos fondos filológicos para la investigación lingüística. Con estos varios recorridos, nos dice Pedro, se puede empezar a hacer la historia oral de nuestro país, tanto en su pasado, reciente como en el no tan reciente.

No sé si esta propuesta de historiar la oralidad exista para otros países de lengua española, pero para mí es novedosa e importante.

Sólo me queda, para concluir, darte las gracias, querido Pedro, en nombre de todos mis compañeros académicos por tan jugoso discurso, y en nombre de la Academia Mexicana de la Lengua darte nuestra más cordial acogida en esta casa, que es ya también la tuya.

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