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josé pascual buxó
Noche y Sueño son, pues, los espacios semánticos que permiten el colori
do despliegue de aquella “henchida cornucopia” que –en palabras de Mén
dez Plancarte– “atesora… la entera realidad de la creación y aun de todo el
Ser, lo mismo la visible que la invisible”. La sombra “piramidal y funesta”
que proyecta la Tierra en tanto que dura su interposición entre las luces
del Sol y la pálida Luna es contemplada en el texto de sor Juana a través de
dos lentes prestigiosos: el de la astronomía tolemaica y el de la mitología
fabulosa. Al primero corresponde el conocimiento empírico de los cielos; al
otro, la representación figurada de las pasiones y el destino de los dioses y de
sus criaturas humanas. A una y otra es preciso remitirse para desovillar la
madeja de ese pletórico universo verbal, porque aun siendo en lo sustan
cial una comprometida indagación filosófica,
Primero sueño
es –antes que
otra cosa– un poema de trama y contenido extremadamente complejos,
tanto por la riqueza y variedad de su inventiva, como por la ardua traba
zón conceptual de sus múltiples componentes; de ahí que –con el objeto
de acercarnos a su más clara comprensión– sea imprescindible acudir al
principio barroco de la “agudeza ilustrada”,
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esto es, aquella manera de la
poesía fundada en la capacidad del entendimiento para establecer los más
perspicaces correlatos entre objetos apartados o disímbolos.
Recurso fundamental para el sustento de tales correlaciones ingeniosas
es la “docta erudición”, consistente –según el mismo Gracián– en una “uni
versal noticia de dichos y de hechos para ilustrar con ellos la materia de que
se discurre”. Despensera de la erudición es la memoria, “guardajoyas de la
sabiduría”; pero no basta que el poeta posea variadas noticias de cuantas
ciencias y artes puedan prestarle auxilio en la invención y factura de su
texto, se le exige además que su empleo sea vario, atinado y, sobre todo,
elegante, vale decir “compuesto y adornado”, como trae el
Diccionario de
autoridades.
Y en esto reside la causa principal de la oscuridad semántica
del
Sueño,
en la permanente alusión directa o embozada de tantas y tan di
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Así la define Gracián: “Es un acto del entendimiento, que exprime la correspondencia que se
halla entre los objectos […]. Tales correspondencias pueden ser por semejanza y proporción como
también por disparidad o ingeniosa ilación” (cf. Baltasar Gracián,
Agudeza y arte de ingenio,
en
Obras
completas,
ed. Arturo del Hoyo, Madrid, Aguilar, 1960. Será útil la consulta del
Diccionario de con-
ceptos de Baltasar Gracián,
coord. E. Cantarino y E. Blanco, Madrid, Cátedra, 2005.