Page 168 - tomo34

Basic HTML Version

170
fernando serrano migallón
no eran abogados y es presumible que sus antecedentes culturales fueran
limitados; por ello Fabela fijó una parte importante de la estructura jurí­
dica y de la política internacional que requería la intuición política y el
compromiso con la nación que poseían tanto Carranza como Cárdenas.
Esta si­tuación puede haber representado no sólo la oportunidad de Fabela
para colocarse como protagonista de muchos hechos que darían dirección
a la his­toria del siglo xx no únicamente en México, sino en el mundo; al
mismo tiempo, esta situación peculiar dotó a Fabela de una excelente red
de contactos e influencias para realizar de modo siempre efectivo su trabajo.
Así lo puso de manifiesto en el discurso que pronunció con motivo de la
condecoración que le fue otorgada el 26 de julio de 1958 en la embajada
de la República española:
El homenaje que en este solemne acto y por vuestro muy digno conducto me
discierne el gobierno de la República Española por acuerdo de su presidente,
don Diego Martínez Barrio, de su Consejo de Ministros y del gran canciller de
la Orden, otorgándome su máxima condecoración, me honra y enorgullece en
tan eminente grado que no creo poder agradecerlo cumplidamente, con todo y
ser mi reconocimiento tan profundo en su perennidad, porque la preciada in­
signia que recibo es para mí el símbolo y recuerdo de un capítulo imperecedero
no sólo en los anales de España, sino en la historia personal de mi vida […]
El año de 1937 nuestro gran expresidente de la República, mi ilustre amigo
general don Lázaro Cárdenas, al nombrarme delegado permanente de México
en la Sociedad de Naciones, me puntualizó sus ideas, a las que debería sujetar
mis actos diplomáticos.
11
A beneficio de inventario. La literatura de Isidro Fabela
Es difícil encuadrar la literatura de Fabela dentro de las escuelas y modas
literarias de su tiempo. Es probable que al encontrarse fuera de los am­
bientes estrictamente literarios, sus letras pudieron fluir atendiendo más
11
Isidro FabeIa,
Un discurso. Pronunciado al recibir la Gran Orden de la Liberación de España,
en el acto celebrado en la embajada de España,
Ediciones de la Embajada de la República Española,
México, 1958.