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víctor hugo rascón banda
Por si fuera poco, don José Rogelio Álvarez tiene otra faceta, su pasión
por los libros y los diccionarios.
Desde su propia Compañía Editora de Enciclopedias de México, S. A.
de C. V., publicó docenas de estudios, ensayos sobre Jalisco y sus pobla­
ciones, guías para viajeros, colecciones de arte y ensayos sobre personajes
históricos.
En 1985 editó
Todo México,
compendio enciclopédico, edición de 100
mil ejemplares.
Pero su obra magna es la
Enciclopedia de México,
color café, que muchos
tenemos en casa, cuyos tomos forman con sus lomos una serpiente emplu­
mada.
¿Cómo se puede poseer tantos conocimientos, datos, información? ¿Có­
mo sintetizarlos? ¿Cómo adelantarse al futuro y publicar la ficha de un
joven dramaturgo que apenas había estrenado dos o tres obras?
Cuando vi mis datos en la
Enciclopedia de México
me sentí apenado,
conmovido y comprometido con el teatro. Dije, alguien está apostando por
mí, debo cumplir con su apuesta. Y se reforzó mi vocación.
Habría que calcular los miles de documentos leídos y las miles de cuar­
tillas que ha escrito don José Rogelio Álvarez para asombrarnos más ante
su hoja de vida.
Y ya concluyó el tomo I de la
Enciclopedia de la Iglesia católica en Méxi­
co,
proyectado en ocho tomos, pero diferida su publicación a causa del alto
costo. ¿Dónde están los empresarios y las organizaciones católicas?
Don José Rogelio Álvarez es un erudito. Así debieron ser los hombres del
Renacimiento. Parece que también es un escritor compulsivo.
En su vida ha tenido la frialdad y el temperamento de los empresarios
para manejar con éxito tantas empresas, pero detrás de ese hombre orde­
nado, racional y disciplinado está el humanista que quiere compartir sus
ha­llazgos y conocimientos con nosotros.
Los padres de familia se quitaron un peso de encima cuando apareció
la
Enciclopedia de México.
Descansaron y dijeron: “Hijo, no me preguntes
más, ahí está la Enciclopedia que te compré, la de la serpiente”. Y a los
adultos, de cuántas dudas nos ha sacado la
Enciclopedia de México,
que de­
biera estar en todas las bibliotecas y en todos los hogares.