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adolfo castañón
Al mismo tiempo que a Novalis, Paz leía a Lawrence. En ambos reconocía
sus raíces y obsesiones: el último capítulo de
La serpiente emplumada
de D.
H. Lawrence se titula “Todos somos de la misma sangre”, y ahí se lee algo
que debe haber impresionado al joven Paz:
En los ojos negros y en la espina dorsal erecta de aquel pueblo leías una afir
mación muda:
la sangre es una.
Extraña insistencia en la reivindicación de la
consaguinidad. Kate pertenecía a una familia antigua y orgullosa. Había sido
educada en la idea germano-inglesa de la superioridad
intrínseca
de la aristocra
cia hereditaria. Su sangre era distinta de la corriente: más fluida, más fina.
En México esto no tiene importancia. Su criada Juana, el aguador que aca
rreaba el agua, el barquero que conducía el barco, todos la miraban con la
misma expresión, como diciendo:
La sangre es una.
En
la sangre no hay ninguna
diferencia entre usted y yo.
Leía en sus ojos este pensamiento y a veces llegaba a
producirme molestia física la idea de aquella familiaridad íntima.
3
II
Del sexo al erotismo, pasando por la magia, la religión, la política, la his
toria, el arte, la antropología, el hilo del amor es una de las guías que per
miten a Octavio Paz desarrollar su obra y su pensamiento desde el mirador
privilegiado de una visión –la poética– donde el mito y la historia, la filo
sofía y la religión se interrogan y
miden
recíprocamente.
Raíz del hombre
, primer libro de Octavio Paz publicado en 1937 y rese
ñado ese mismo año por Jorge Cuesta, es un volumen publicado a los 23
años y escrito algunos años antes. Paz estaba profundamente enamorado de
la que sería su novia, musa, ángel y voraz convidada al banquete del amor,
y luego encarnizada interlocutora, Elena Garro (1916-1998), presencia fe
menina que permea los poemas de su primera época, como
Bajo tu clara
sombra
(1935)
y
Libertad bajo palabra
(1957), pasando por
Piedra de sol
(1957)
.
Paz conoció a Elena Garro en 1935, cuando ésta acababa de llegar
3
D. H. Lawrence,
Complete Poems
,
comp., ed., introd., y notas Viviana de Sola Pinto y Warren
Roberts, Penguin Books, 1993.