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recordando a julio verne
un gato que se come a la ardilla en el regreso a la Tierra… La Luna deja de
ser sólo una metáfora. Los volúmenes en rojo y oro de la colección Hetzel
son visibles en todas las librerías y bibliotecas con un nombre mágico: Julio
Verne.
El dinero llega generosamente al hogar de Julio Verne y su esposa Hono­
rina. Nacida ésta en Amiens, centro de comunicaciones al norte de Francia,
deciden instalarse en esa ciudad, en busca de un rincón tranquilo para la
producción literaria del famoso novelista. La casa espléndida que habitan
luce un torreón de aire romántico, que cobija el camarote de un capitán,
como torre de marfil, refugio del genio y sus fantasías. La permanencia en
Amiens le permite a Julio Verne no sólo continuar su obra, sino cumplir
tareas de servicio social como concejal del ayuntamiento local en defensa
de su espíritu progresista, palpable en los años de su vida en París, influen­
ciados por los ideales anarquistas según alguno de sus biógrafos. En Nantes
construirá un chalé para sus estancias veraniegas. Fiel a su sueño de infan­
cia, comprará también un cómodo yate, de 12 metros y 16 toneladas, alter­
nando el lujo con los mejores instrumentos de navegación. Sería el primer
Saint-Michel.
Juntos, la familia y el mar, signos distintivos de la vida y los
sueños de Julio Verne, afanoso conquistador de la fortuna y la posteridad.
Pierre Verne se siente orgulloso de su hijo. De un hijo que siempre ha esta­
do orgulloso de su padre.
Los títulos que dan fama mundial de novelista a Julio Verne surgen con­
tinuamente de una pluma pródiga, impulsada por los apremios de un edi­
tor voraz y de un público que parece insaciable. La demanda es tanta que
el avispado Hetzel anticipa sistemáticamente cada obra o un compendio
extenso de ella en su revista
Educación y Recreación,
dividiendo luego en
varios tomos el libro correspondiente. En 1867 aparecen
Los hijos del ca-
pitán Grant
y en 1869
Veinte mil leguas de viaje submarino
, con su legen­
dario capitán Nemo. En 1873 alcanza la más alta cima de popularidad
La
vuelta al mundo en 80 días
, novela que Mircea Eliade elogia asegurando
que sin ella no podrá escribirse la historia de la Tierra que se publica, pri­
mero, como folletín en el influyente diario francés
Le Temps
. Conforme la
aventura avanza y domina el interés apasionado de los lectores de todas las
edades, se produce un fenómeno que recoge el escritor español Fernando