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formación del estado y evolución nacional en el xix
torpecieran la iniciativa de los ciudadanos. Asimismo, supervisaría a los
representantes en el extranjero mediante la ratificación de los cargos diplo
máticos.
De hecho se introducía un sistema dual en el que el Ejecutivo disponía
de facultades de carácter indirecto y regulaba las relaciones exteriores y de la
administración de justicia civil y militar, ya que pretendía evitar el despotis
mo de los ejecutivos fuertes. Al no coincidir las fechas electorales del Ejecu
tivo con las de las Cámaras, se atendían los intereses generales de la nación
en el Ejecutivo federal, y los aspectos locales y sectoriales en las elecciones
de los diputados. De esta forma se pretendía que los cambios del gabinete
no afectaran la dirección política.
El Ejecutivo federal tenía capacidad de iniciativa –igual que los diputados–
pero requería la votación del Congreso. Los secretarios de Estado podían
participar en los debates paralelamente sujetos a la revisión presidencial.
Hay que tener en cuenta que esto implicaba un sistema mixto para
neutralizar el despotismo de los Ejecutivos federales omnipotentes, ya que
ambos órganos de gobierno requerían de procesos electorales independien
tes. En un caso se ocupaban de los problemas generales de la nación y en
los otros se ventilaban también asuntos locales y sectoriales. Este sistema
mixto coadyuvó a una mayor estabilidad política nacional, diametralmente
opuesta al caudillismo regional.
Siendo el Ejecutivo unipersonal, no se otorgaron poderes específicos a
los secretarios de Estado, así que la creación de ministerios con funciones
especiales obvió el establecimiento de funciones individuales específicas.
De esta manera, una censura del Congreso no significaba un repudio mi
nisterial, aunque los ministros también debían rendir informes al Congreso
sobre su gestión.
El presupuesto se formaba con la suma de las erogaciones de las dis
tintas áreas –ministerios– y comprendían las necesidades financieras de la
federación, el ejercicio de la justicia, la policía, el ejército, la promoción de
la cultura y el desarrollo general del país. De ese modo, el Ejecutivo y el
Congreso eran corresponsables del país.
Se buscó evitar el despotismo –como el de Santa Anna– y se trató de
establecer un orden liberal que garantizara las libertades individuales, el