Tanto Aridamérica como Aridoamérica son vocablos correctos en español para denominar una de las tres áreas culturales del México Antiguo, junto con Mesoamérica y Oasisamérica. Actualmente se puede documentar el uso de ambas voces en contextos especializados y de divulgación. No obstante, la forma más recomendable es Aridoamérica, formada por la unión de árido + América, ya que se ajusta más adecuadamente a las pautas del español, mientras que Aridamérica es un calco del inglés Arid America.
La razón de la convivencia de ambas grafías es que la delimitación de estas zonas culturales fue elaborada originalmente en inglés como dos voces Arid America y posteriormente se fusionaron en un solo vocablo Aridamerica; mientras que algunos antropólogos y especialistas adoptaron la nomenclatura cercana a esta lengua Aridamérica, algunos otros prefirieron adaptarla al español Aridoamérica: En cuanto a Aridamérica y Oasisamérica no solo se encontraban en las tierras del norte de México, sino que ocupaban gran parte del territorio actual de los Estados Unidos de Norteamérica. [“Regiones Culturales”, INAH, disponible en: https://shre.ink/gKqM]; Por su parte, en el área de Aridoamérica las danzas no tienen origen europeo, ni en el aspecto musical, ni en el coreográfico, salvo algunas excepciones como la danza de los matachines rarámuris [Alfonso Muñoz Güemes, “Análisis de danzas tradicionales. La expresión etnocoreográfica entre los grupos de Mesoamérica y Aridoamérica”, Antropología. Revista Interdisciplinaria del INAH, núm. 95, 2013].
El antropólogo Paul Kirchhoff delimitó en 1943 las áreas culturales de esta región. La primera fue Mesoamérica, posteriormente reconoció otra área cultural a la que llamó Norteamérica Árida, previamente identificada por Ralph Beals como Suroeste de Norteamérica. Años más tarde, en 1954, en el texto publicado originalmente en inglés con el título de “Gatherers and farmers in the Greater Southwest: A problem in classification”, Kirchhoff asienta el término Arid America:
As for the northern boundary of the Southwest, I listed in 1942 not only the whole of northern Mexico, including Baja California, but also the Great Basin as belonging to the Greater Southwest or Arid America, as I then proposed to call it […]
[En cuanto al límite norte del Suroeste, en 1942 incluí en la lista no sólo todo el norte de México, incluida Baja California, sino también la Gran Cuenca como perteneciente al Gran Suroeste o América Árida, como propuse llamarla entonces] (Paul Kirchhoff, American Anthropologist, vol. 56, núm. 4, 1954, pp. 529-550).
En esta publicación se agregó un mapa en el que aparecían los términos Arid America, Oasis America y Meso-America, lo que favoreció la adopción del término Aridamérica proveniente del inglés:
Esta división cultural prevaleció. El territorio que comprendía Aridoamérica o Aridamérica es caracterizado de la siguiente manera por Pablo Escalante en “Mesoamérica, Aridamérica, Oasisamérica”, publicado en el Atlas histórico de Mesoamérica (Linda Manzanilla y Leonardo López Luján [coords.], México: Larousse, 1993):
Aridamérica. Muy distintas eran las cosas en el norte del país. Muchos grupos habitaban la inmensa zona de climas áridos y semiáridos que comprende total o parcialmente los actuales estados de Baja California (Norte y Sur), Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí. Estos grupos tenían por actividades fundamentales la caza de animales como la liebre, el venado y algunas aves, y la recolección de frutas, plantas y raíces.
Los territorios que comprendían Aridoamérica (o Aridamérica), Mesoamérica y Oasisamérica pueden identificarse en el siguiente mapa publicado en la revista Arqueología Mexicana, en el número Especial 5, Atlas del México Prehispanico, elaborado por María del Carmen Solanes Carraro y Enrique Vela Ramírez, quienes explican lo siguiente:
En la época prehispánica México fue albergue de un amplio abanico de culturas, cuyas pautas específicas de desarrollo estuvieron influidas, entre otros factores, por la gama de condiciones ambientales que les ofrecía este territorio. Durante miles de años, sus pobladores fueron grupos nómadas de cazadores-recolectores que supieron explotar con eficacia distintos ecosistemas. A la larga, la combinación de las prácticas culturales propias de algunos de esos grupos con las características específicas de ciertas regiones, propició las condiciones para la adopción de la agricultura como medio principal de subsistencia, y con ello la definición de dos de las áreas del México Antiguo: Mesoamérica y Aridamérica. En la primera habitaron sociedades sedentarias agrícolas que, a lo largo de miles de años, fueron actores de uno de los desarrollos más originales y vigorosos de la antigüedad. Con ellas convivieron grupos, ubicados en el área que se ha llamado Aridamérica, que durante toda la época prehispánica conservaron su carácter nómada y fueron capaces de enfrentar con éxito las duras condiciones ambientales del Norte de México. A partir del primer siglo de nuestra era, parte de la región aridamericana fue ocupada por pueblos sedentarios relacionados con la zona de Oasisamérica, la que abarcaba parte del suroeste de Estados Unidos y del Norte de México (disponible en: https://shre.ink/gvwh).