La locución sustantiva pata de perro se documenta por primera vez en 1959 en el Diccionario de mejicanismos, razonado, comprobado con citas de autoridades; comparado con el de americanismos y con los vocabularios provinciales de los más distinguidos diccionaristas hispanoamericanos, de Francisco J. Santamaría (2a. ed. México, Porrúa, 1974), con el significado de ‘que se dice de la persona callejera, andariega, que no para en su casa’; además se señala que en Chile también se usa la frase con el mismo significado.
Según nuestras fuentes de consulta, la expresión parece ser de uso reciente, quizá mediados del siglo XX, pues no se registra en el Corpus Diacrónico del Español (CORDE), de la Real Academia Española, ni tampoco en el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), que consideran obras escritas pertenecientes a distintos géneros textuales desde los inicios del idioma hasta el año 1974.
De acuerdo con lo anterior, es posible que la frase pata de perro comenzara a usarse en nuestro país alrededor de la primera mitad del siglo XX o incluso desde finales del siglo XIX.
En el Repertorio de voces populares en México, de Miguel Velasco Valdés (México, Costa-Amic, 1967), y en el Diccionario de México, de Juan Palomar de Miguel (México, Panorama Editorial, 1991), además de recogerse con el significado de ‘andariego’, también se registra con la acepción de ‘apodo que se da al soldado de infantería, por su admirable resistencia en las marchas’.
De acuerdo con el Mapa de diccionarios académicos, de la Real Academia Española, pata de perro se recoge en el DLE por primera vez en la edición de 2001 con el significado de ‘persona callejera’, en México, Perú, Bolivia y Panamá. De acuerdo con el Diccionario de americanismos, de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Lima: Santillana, 2010), la expresión también se usa en Costa Rica, República Dominicana, Colombia, Chile, Argentina, Honduras y en Nicaragua; y en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua se usa la frase pata de chucho con el mismo significado.
Cabe mencionar que, según el Diccionario de americanismos, las locuciones sustantivas pata de perro y pata de chucho, en algunos países se convirtieron en una sola palabra eliminando algunos sonidos. Se registran las siguientes formas: pataperro en Perú; pateperro en Nicaragua y Colombia; patiperro en Bolivia y Chile; pataiperro en Perú y Bolivia; y patechucho en Honduras y El Salvador. Además, de algunas de estas formas se derivaron otras palabras: de pataperro se derivó pataperrear ‘callejear, ir de un lado a otro’ en Bolivia, Chile y Argentina o ‘viajar mucho, recorrer diversos lugares o países’ en Chile; y de patiperro derivó patiperrear con los mismos significados de pataperrear y patiperreo ‘vagabundeo, viaje sin rumbo fijo’ en Chile.
Finalmente, de acuerdo con el Diccionario histórico del español de Canarias, de Cristóbal Corrales y Dolores Corbella (2025; en línea: http://web.frl.es/DHECan.html), en aquella zona hispanohablante pata de perro designa a dos especies de plantas: la Aizoon canariense y la Paronychia canariensis.