Tlatoani es una voz nahua que significa ‘el que habla’, y por extensión ‘el que manda’, ‘gobernante’. Esta designación se emplea para referirse a los máximos gobernantes mexicas. Cabe recordar que en la estructura política de las culturas prehispánicas, este poder recaía básicamente en los hombres, por lo que existieron pocas mujeres gobernantes:
La división cósmica masculino/femenino se reflejaba con frecuencia en la doble naturaleza de los cargos públicos, de lo cual el gobierno de los mexicas es el ejemplo más conocido. El tlatoani, llamado “rey” por los españoles, era el representante de la parte masculina de la divinidad. A su lado, otro funcionario de altísimo rango, varón poseía funciones y un título que revelaban el fundamento de su investidura: era el cihuacóatl, “serpiente femenina”, nombre que pertenecía a la diosa madre terrestre. Este patrón dual se seguía en el nombramiento de los generales, los supremos sacerdotes y los máximos funcionarios hacendarios (Alfredo López Austin, “La sexualidad en la tradición Mesoamericana”, en Arqueología Mexicana, núm. 104, p. 32).
Como se observa, tlatoani se refiere en sentido etimológico únicamente a hombres gobernantes. En 1571, Alonso de Molina consignó en el Vocabulario en lengua castellana y mexicana los vocablos tlatoani y altepetl con el sentido de ‘rey’ o ‘soberano’, así como ciuatlatoani y ciuapilli con el valor de ‘reyna’. Sobre estas voces con referente femenino, Remi Simeón registra para ciuatlatoani (cuya variante gráfica es cihuatlatoani) los significados ‘dama de alto rango’, ‘reina’, ‘princesa’; mientras que para ciuapilli ‘dama’, ‘mujer legítima de un gran personaje’, y uei ciuapilli ‘gran, noble dama’, ‘reina’.
De acuerdo con estas fuentes lexicográficas, las equivalencias de tlatoani para referirse a mujeres gobernantes son cihuatlatoani, cihuapilli y uei cihuapilli, así como cihuatecuhtli. Así lo confirman diferentes autores:
The lists of kings are many and long; only twice over a period of nearly four hundred years did women have actual authority in Chalco, and then, Chimalpahin says, it was only because there were no suitable men at the time. To distinguish these two women, Chimalpahin uses the Nahuatl cihuatlatoani (pl. cihuatlatoque) and cihuapillatoani "woman-ruler", "noblewoman-ruler", or, perhaps, "queen". The significance of the two cihuatlatoque to the study of Mesoamerican dynastic histories cannot be overstated, for there is little other direct, detailed evidence about women with executive authority. (Susan Schroeder. “The Noblewomen of Chalco” en Estudios De Cultura Náhuatl, vol. 22, septiembre de 2022, pp. 45-86, https://nahuatl.historicas.unam.mx/index.php/ecn/article/view/78244).
[La lista de reyes es numerosa y larga; sólo dos veces en un período de casi cuatrocientos años las mujeres tuvieron autoridad real en Chalco, y en ese entonces, dice Chimalpahin, fue sólo porque no había hombres adecuados para el cargo en ese momento. Para distinguir a estas dos mujeres, Chimalpahin utiliza el náhuatl cihuatlatoani (pl. cihuatlatoque) y cihuapillatoani “mujer gobernante”, “mujer noble gobernante”, o, tal vez, “reina”. No se puede exagerar la importancia de las dos cihuatlatoque para el estudio de las historias dinásticas mesoamericanas, ya que existen pocas evidencias directas y detalladas sobre mujeres con autoridad ejecutiva].
Una de esas mujeres poderosas e importantes para el imperio azteca fue Atotoztli, hija de Moctezuma Ilhuicamina, la cual se casó con Tezozomoc hijo de Itzcoatl, con cuya unión logró legitimar el linaje de Itzcoatl, y a quien se le denominaba cihuapilli, pues ejerció funciones de gobernante:
En la Genealogía de los príncipes mexicas, se muestra a Atotoztli debajo de la figura de Moctezuma Ilhuicamina, lo que confirma su relación directa como hija, pues porta sobre su cabeza la leyenda en náhuatl: Cihuapilli que significa “señora o princesa”, además, la figura muestra un glifo (grabado o pintado) formado por dos cabezas de ave y una pluma amarilla debajo de su nombre (consultado en: https://shre.ink/ggcM).
Es interesante señalar que para denominar a las mujeres gobernantes de otros grupos indígenas también se empleaba el nahuatlismo cihuatlatoani, como es el caso de los purépechas de Michoacán:
En tanto que féminas como Xiuhtoztzin, Tlacocihuatzin, Cóhuatl, Miáhuatl, Coacueye, Yaocíhuatl, Chichimecacíhuatl, Tlacochue, Iztacxillotzin y Xiuhtlacuilolxochitzin, debieron asumir el rol de gobernantes. De Xiuhtoztzin se dice que, siendo la hija menor de Quahuitzatzin, comenzó a fungir como cihuatlatoani porque su padre no tuvo vástagos varones. Mientras su hijo alcanzaba la edad suficiente para ser tlatoani, Tlaçocihuatzin asumió el gobierno en sustitución de su marido, pero más interesante aún es el caso de Xiuhtlacuilolxochitzin quien adquirió el poder señorial en virtud de su contacto con entidades sobrenaturales (“Alianza y filiación en la realeza sagrada del antiguo Michoacán” en Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p’urhépecha de Michoacán. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 2013, p. 199).
No obstante que las voces femeninas nahuas para mujer gobernante son cihuatlatoani, cihuapilli y uei cihuapilli, en español se ha empleado tlatoani con artículo femenino la para emplearlo como sustantivo femenino: Atotoztli, la tlatoani mexica no reconocida: Atotoztli tiene un papel muy importante, no sólo en la vida cotidiana sino en la política de la población mexica. Esta es la historia de una mujer quien no ha sido reconocida como la sexta gobernante del Imperio mexica (consultado en: https://shre.ink/ggcM). Si bien esta adaptación busca otorgar la misma jerarquía de gobernante a las mujeres, es imprecisa en términos históricos para aludir al cargo de mujer que gobierna.
Más recientemente, la tlatoani se ha empleado para referirse a la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum, con el sentido de ‘gobernante’: Lo verdaderamente trascendente es que ella es y será un hito como la Primera Mujer Tlatoani de México, encarnación misma de todo el poder del Estado…¡en 700 años! [El Universal, octubre 2024].