Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
NUNCA SE LAMENTARÁ bastante el abandono de la lengua latina por parte de nuestras autoridades educativas de todos los niveles. Naturalmente que no es consuelo suficiente el que tal situación sea la prevaleciente en casi todo el mundo y no sólo en México. Debo sin embargo dejar constancia de que sólo la UNAM, no podría ser de otro modo, sobre todo en su Facultad de Filosofía y Letras y en su Instituto de Investigaciones Filológicas, sigue cultivando tanto la enseñanza cuanto la investigación de los clásicos latinos (y griegos) en su propia, noble lengua.
        El daño que produce esta generalizada ignorancia es sobre todo en lo que podría llamarse cultura elemental obligatoria. Desconocer nuestras profundas raíces culturales occidentales es, sin duda, ignorar nuestro propio modo de ser y de pensar. Pueden empero observarse otros insignificantes efectos. Perviven, perfectamente incorporados en la lengua española contemporánea, no pocas locuciones o enunciados latinos, que con mucha frecuencia, precisamente por la ignorancia ya no digamos de la lengua latina, sino incluso de las otrora famosas raíces grecolatinas que se nos enseñaban en la Preparatoria, suelen decirse y escribirse sin ton ni son, muchas veces con agravio de las más elementales reglas gramaticales de esa lengua. Vayan sólo dos simples ejemplos, entre muchos que podrían traerse a cuento.
        La locución statu quo está constituida por un sustantivo y un relativo en caso ablativo. El sustantivo (status) es de la cuarta declinación, cuyo ablativo termina en u; el relativo sigue, en ese caso, a la segunda declinación, y termina en o. Significa literalmente 'en el estado en que' y se emplea hoy, sobre todo en la jerga diplomática, para designar 'el estado de cosas en un determinado momento'. Tengo la impresión de que, en México, aparece esta expresión, sobre todo en textos periodísticos de tinte político, casi siempre con un cierto sentido negativo, aludiendo a algo así como 'el actual inconveniente estado de cosas'. En varios textos recientes he visto escrita la frase con una s que no le corresponde: *status quo. Status es caso nominativo; en la locución debe ir en ablativo (statu).
        La frase latina grosso modo está formada por un sustantivo, modificado por un adjetivo, ambos en caso ablativo de la segunda declinación. Significa, literalmente, 'de manera gruesa'; hoy tiene alguno de los siguientes sentidos: 'a bulto, aproximadamente, más o menos'. Estos significados se producen, en latín, con el simple empleo del caso ablativo (sin preposición). Por tanto resulta un error, frecuente en el español mexicano, anteponer a la locución la preposición a ("lo explica *a grosso modo"); basta la sola frase latina en ablativo ("lo explica grosso modo").

Comparte este artículo

La publicación de este sitio electrónico es posible gracias al apoyo de:

Donceles #66,
Centro Histórico,
alcaldía Cuauhtémoc,
Ciudad de México,
06010.

(+52)55 5208 2526
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

® 2024 Academia Mexicana de la Lengua