Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
TENGO LA IMPRESIÓN de que los adverbios ahí y allí, en el español contemporáneo, al menos en el hablado y escrito en México, tienen lo que en sintaxis se conoce como distribución libre, es decir que se emplea indistintamente uno u otro sin un cambio perceptible de significado ni de función: "dejé el libro ahí (o allí)".
        De conformidad con la etimología de estas voces y del significado que suele asignárseles en los diccionarios, parece ser que no son, teóricamente, intercambiables. Hay diversas opiniones sobre su etimología. Me parece más confiable la que propone Menéndez Pidal. Según este filólogo, tanto ahí como allí proceden de sintagmas latinos en los que intervienen una preposición y un adverbio, formaciones que venían dándose desde el latín antiguo y que continuaron en el romance. De esta forma, el adverbio ahí procedería del sintagma latino ad-hic y allí tendría su origen en la unión ad-illic. Ahora bien, si se investiga el sentido de hic y de illic, será fácil percatarse de que no significaban en latín exactamente lo mismo. Hic hacía referencia a un lugar (o tiempo) relativamente cercano tanto al hablante cuanto al interlocutor; con illic, por lo contrario, se señalaba una situación de alguna manera más remota para ambos.
        Este sentido etimológico queda reflejado en muchas de las definiciones que se pueden leer en los diccionarios. Baste como ejemplo, sólo la que aparece en el diccionario de María Moliner, para quien el adverbio ahí 'designa un lugar próximo a la vez a quien habla y a la persona a quien se habla, o el lugar en que está esta última, expresando tanto situación como dirección'. Por lo contrario, en la entrada allí se lee: 'designa un lugar alejado igualmente del que habla y de la persona a quien se habla'.
        Si nos atenemos a estas definiciones (y a la etimología), se verá que no podemos usar siempre indistintamente ahí y allí. Si se está escribiendo a una persona que vive en Madrid, podemos decir "me gustaría estar ahí" porque, en tal caso, ahí designa el lugar en que está el interlocutor. En ese contexto no parece convenir el empleo de allí porque, aunque el lugar está alejado del que escribe, no lo está de la persona a quien se escribe. Si se conversa directamente con alguien puede señalarse un lugar cercano con un ahí y algo más remoto con un allí.
        Sigo creyendo sin embargo que estas precisiones que aparecen en manuales y diccionarios no se observan en el español diario. Más aún, creo que para muchos hablantes e incluso para muchos escritores la diferencia entre ahí y allí es meramente fonética. Cuando le pregunté a alguien cuál era la diferencia entre ahí y allí, me contestó explicándome que le parecía más eufónica, más elegante la palabra ahí que la voz allí.
        Conviene observar el derrotero que tomen estos adverbios, sobre todo en la lengua escrita. Ese empleo será el que deba describirse en los futuros tratados gramaticales.

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