Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
SUELE CRITICARSE el empleo del verbo aludir con el significado de 'referir' o 'hablar de alguien o algo', como en el siguiente enunciado: "cuando digo el Padre de la Patria estoy aludiendo a Miguel Hidalgo". Se recomienda que en ese contexto se sustituya aludir por referirse a o hablar de: "estoy refiriéndome a Miguel Hidalgo" o "estoy hablando de Miguel Hidalgo". Se exige que cuando se emplee el verbo aludir se haga sólo con el primero de los significados que se consignan en los diccionarios: 'referirse a una persona o cosa, sin nombrarla o sin expresar que se habla de ella'. Cuando un profesor determina, frente a su grupo, que "los que reprobaron tendrán que repetir el examen", está aludiendo a algunos de sus alumnos sin nombrarlos.
        DRAE concibe este verbo como intransitivo, es decir, que se construye sin complemento directo. Sin embargo anota, en entrada diferente, aludido(a) como participio pasivo, lo que resulta contradictorio. Creo que aludir es en efecto transitivo, aunque con la peculiaridad de que su objeto directo, así no sea de persona, se construye siempre con la preposición a: "durante toda la cena estuvo aludiendo a su principal enemigo".
        Este significado ('referirse a una persona o cosa sin nombrarla') tiene en parte su explicación en la etimología misma del vocablo. Aludir procede del latín alludere, verbo formado con la preposición ad- y ludere, que significa 'jugar'. En las alusiones hay siempre algo de broma o juego. Conviene sin embargo tener en cuenta que los diccionarios incluyen otras acepciones de aludir. Por ejemplo, Moliner distingue dos sentidos: el primero ('referirse indirectamente a algo o a alguien') es el que vengo explicando; el segundo sin embargo tiene, con respecto al primero, diferencias de importancia: 'mencionar algo incidentalmente en una conversación o discurso'. Según esto la diferencia entre referir o hablar de y aludir puede estar sólo en el adverbio incidentalmente. Moliner transcribe el siguiente ejemplo: "a propósito de la reforma aludió a las dificultades actuales".
        El DRAE, en su entrega de 1992, en la segunda acepción de aludir (la primera sigue siendo 'referirse a una persona o cosa sin nombrarla'), va más allá, pues dice simplemente: 'referir a alguien o a algo, mencionarlo'; no emplea en esta definición ni siquiera el adverbio incidentalmente. Lo convierte en realidad en un sinónimo de referirse a, hablar de. Por tanto, según esto, decir "durante toda la cena estuvo aludiendo a sus problemas personales" sería tan aceptable como emplear el verbo estuvo hablando de. Esta decisión por parte de la Academia debió ser resultado de alguna reflexión, si se considera que en ediciones anteriores exigía para este empleo ciertos requisitos. Por ejemplo, en la edición de 1970, también en la segunda acepción, anotaba: 'en los cuerpos deliberantes, referirse a persona determinada, ya nombrándola, ya hablando de sus hechos, opiniones o doctrinas'. Esta definición se suprimió en la siguiente entrega (1984).
        Creo que, en definitiva, convendría observar la manera como actualmente se emplea, por parte de los buenos escritores, el verbo aludir: si sólo con el tradicional e indiscutible valor semántico de 'referirse a una persona o cosa sin nombrarla' o si ya se ha generalizado también su uso con el simple significado de 'referirse a alguien, mencionarlo'.

Comparte este artículo

La publicación de este sitio electrónico es posible gracias al apoyo de:

Donceles #66,
Centro Histórico,
alcaldía Cuauhtémoc,
Ciudad de México,
06010.

(+52)55 5208 2526
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

® 2024 Academia Mexicana de la Lengua