Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
EN EL DRAE más reciente (2001) y ya en la edición anterior (1992), la voz casimir se explica como sinónima de cachemir. Esta última (cachemir), a su vez, es definida como sinónimo de cachemira, que significa -según el mismo Diccionario- 'tejido de pelo de cabra mezclado, a veces, con lana'. En el español mexicano y, probablemente, en varios otros dialectos americanos, por una parte, las palabras cachemir y cachemira no se emplean y casi nadie las conoce; y, por otra, la voz casimir, muy empleada, tiene otra significación más amplia y no la muy reducida de cachemir. En México se emplea la voz casimir para designar una tela fina, especie de paño, frecuentemente fabricado con lana. Aquí, por otra parte, la palabra inglesa cashmere -pronunciada, aproximadamente, [káshmir]- alude a un tipo particular de casimir.
        Me parece que es el español europeo el que ha venido olvidando el significado de casimir y, como consecuencia de ello, es en ese dialecto donde el uso de ese vocablo ha decaído. Si se consultan las ediciones sucesivas del DRAE, parece comprobarse lo anterior. Es en 1852 cuando ingresa en el DRAE la voz casimir, definida en los siguientes términos, sin hacer alusión alguna a su origen o etimología: "tela de lana muy fina, como medio paño". En 1884, a la misma definición se añade la explicación del origen de la voz : "de Cachemira". En la entrega de 1914 hay una curiosa sustitución de la explicación etimológica: se cambia "de Cachemira" por "de casimira" y en la entrada casimira se señala que esta voz es sinónima de casimir. La definición propiamente dicha no cambia, desde 1852 hasta 1914. Particularmente interesante resulta la definición que de casimir se lee en la edición siguiente del DRAE, la que corresponde a 1925: "Tela muy fina, de poco grueso, lisa, generalmente negra y fabricada con lana merina y en punto de tafetán. Hay también casimires de lana y algodón y de lana y seda". Como se ve, en el español mexicano actual, palabras más palabras menos, ésa podría ser una buena definición de lo que entendemos por casimir.
        Es apenas en la edición de 1992 donde, en el DRAE, interviene, en la definición de casimir la palabra cachemir. En esa entrega, se omite la anterior definición de casimir y, simplemente, como toda explicación, se anota, como voz sinónima, la palabra cachemir (casimir = cachemir). Ahora bien, si se hubiera conservado, en 1992, la definición que de cachemir venía apareciendo en las ediciones anteriores, no habría problema, pues en la entrada cachemir simplemente se remitía a casimir (cachemir = casimir), donde aparecía la larga definición de 1925 transcrita en el párrafo anterior. Sin embargo, en 1992, no sólo se modifica la entrada casimir, sino también la de cachemir. Es en esa edición donde se anota que cachemir es un "tejido de pelo de cabra mezclado, a veces, con lana", definición que se conserva en la más reciente edición (2001). Por tanto, si eso es cachemir y si, según el DRAE, es lo mismo casimir que cachemir, resulta que casimir es un "tejido de pelo de cabra...". Conviene tener en cuenta que, en inglés, según el diccionario inglés Oxford Keys, la palabra cashmere significa simplemente: "fine soft wool".
        Parece ser que la palabra casimir nunca tuvo verdadero éxito en España. Además el (escaso) empleo de la voz ha venido disminuyendo. Si se consulta el CORDE (Corpus diacrónico del español, con textos anteriores a 1970), se verá que el 22 % de las apariciones de casimir corresponden a España (México tiene el 20 %). Debe tenerse en cuenta sin embargo que más de la mitad de los textos del CORDE son españoles y que todos los no españoles constituyen apenas la otra mitad. Por tanto los datos del CORDE señalan un mayor empleo de casimir en México que en España, pues con sólo una pequeña parte de los textos (tal vez un 10 % o algo así), obtiene un 20 % de empleo; frente a España, en cuyos textos, el 50 % de los que constituyen el CORDE, obtiene apenas un 22 %. Ahora bien, si se hace el mismo ejercicio en el CORDE (Corpus de referencia del español actual, con textos posteriores a 1970), en donde también los españoles son más del 50 % de los textos incluidos, se verá que viene descendiendo el empleo de casimir en España y conserva su plena vitalidad en México. En el CREA, más del 30 % de las apariciones de casimir son mexicanas (en sólo el 10 % del total de textos del CREA). Por lo contrario, sólo un 5.6 % de las ocurrencias de casimir son españolas (cuando más de la mitad de esos textos son españoles).
        En resumen: En el español de España: 1) La voz casimir se emplea poco. 2) Casimir equivale a cachemir. 3) Cachemir es un "tejido de pela de cabra..." Por lo contrario, en el español de México: 1) No se emplean las voces cachemir, chachemira y casimira. 2) Tiene plena vigencia la voz casimir, con el mismo significado que se explicaba en el DRAE de 1925 ("tela muy fina, de poco grueso..."). 3) Aunque de mucho menor uso que casimir, se emplea también la voz inglesa cashmere, con la que se designa un tipo particular de casimir. Por todo ello, convendría sugerir a la Academia que, en la entrada casimir, como mexicanismo (o, quizá, como americanismo), se anotara una definición semejante a la que se daba para esa voz en el la edición de 1925: "tela muy fina, de poco grueso [...] fabricada con lana merina y en punto de tafetán. Hay también de lana y algodón y de lana y seda".

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