SUELE PENSARSE que las diferencias entre los diversos dialectos de la lengua española están casi siempre en los niveles de la pronunciación y del léxico. Esto es innegable; sin embargo no es difícil encontrar discrepancias también en la sintaxis. Vaya un simple ejemplo. El verbo ingresar puede ser transitivo o intransitivo; es decir, se puede construir con objeto directo (transitivo: "el tesorero ingresó el dinero en el banco") o sin él (intransitivo: "ingresó en el ejército hace poco"). El significado mismo del verbo está relacionado con su carácter transitivo o intransitivo. Como transitivo significa 'meter algunas cosas, como el dinero, para su custodia'. Si es intransitivo tiene la acepción de 'entrar en un lugar'. En el español mexicano es raro su empleo como intransitivo, aun con el sentido de 'meter dinero', pues se prefiere, en ese caso, el verbo depositar: "el tesorero depositó el dinero en el banco". Por lo contrario, ingresar con el sentido de 'entrar' es muy común.
Ahora bien, en el DRAE (a partir de la vigésima primera edición de 1992) se da cuenta de una acepción de ingresar como transitivo que me parece, si no desconocida, sí inusual en México: 'meter a un enfermo en un establecimiento sanitario para su tratamiento'. Creo que aquí no se dice "ayer ingresé a mi hijo en el Hospital General". Quizá tampoco "metí a mi hijo..." Probablemente se diga "hospitalicé a mi hijo..." o algo parecido. Ignoro si en otros dialectos americanos de la lengua española se emplee el verbo ingresar con objeto directo de persona y con el sentido particular de 'meter a un enfermo en un establecimiento sanitario'. Es probable que no sea así y, de ser ése el caso, habría necesidad de poner en el DRAE, en esa acepción, la marca de españolismo. Sería, además de un españolismo léxico (por la particular acepción), un españolismo sintáctico, por el régimen peculiar del verbo (transitivo) en ese contexto específico.