Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
EN NINGUNA EDICIÓN DEL DRAE aparece la palabra margayate. Está sin embargo explicada en numerosos diccionarios de mexicanismos. Transcribo la definición que se lee en el de Santamaría: “Vulgarismo mejicano, por revoltijo, escandalera, desorden, mitote, gazapera, rebujiña, alboroto, confusión, etc., lío que se hace intervenir en un negocio y lo hace ininteligible o insoluble. Se escribe también margayate”. De hecho en la mayoría de los diccionarios la entrada es con y (margayate). Tiene bastante vitalidad en el español mexicano contemporáneo. Es sin duda más usual en la lengua hablada que en la escrita, aunque no faltan ejemplos de textos literarios donde interviene, como en el siguiente pasaje de la novela El tamaño del infierno (1973), de Arturo Azuela:
        
        "El filósofo Napoleón está engentado, siente que se asfixia en este margallate y, con sigilo, se despide de Luis Felipe, le dice que allá se ven en la estación y ojalá no se emborrache (...)"
        
        Si no precisamente su significado, sí el campo semántico, el registro al que pertenece parece quedar patente en el siguiente texto de Jesús el bisabuelo y otros relatos (1995), de Enrique Espinosa:
        "De la algazara a la algaraza de la algaraza al alborozo del alborozo al albozoro del albozoro al alboroto del alboroto al albotoro del albotoro a la alharaca de la alharaca a la caraba de la caraba al margallate del margallate al despiporre del despiporre al esperpento del esperpento al desmemutter del desmemutter al aquelarre (...)"
        En ningún diccionario encontré la etimología o la explicación del origen de esta simpática palabra. Yo lo ignoro. Sin embargo de algo pueden servir las siguientes observaciones: 1) Desde el mismo Diccionario de autoridades de 1734 hasta el más reciente (2001), se consigna que marga es una “jerga que se emplea para sacas, jergones y cosas semejantes, y antiguamente se llevó como luto riguroso”. 2) Ya en la edición de 1884 se explica que ayate es una “tela rala de hilo de maguey, que fabrican los indios”. 3) ¿Podríamos pensar que margayate (con y) es una palabra compuesta de marga y de ayate: marga + ayate = margayate? 4) Si tanto la marga como el ayate son telas burdas, su mezcla (un margayate) puede verse como un ‘revoltijo’, como un ‘lío’, como una ‘confusión’ (acepciones de margayate en Santamaría). 5) El actual significado sería simplemente el empleo figurado del vocablo: “todos estos líos y confusiones (margas y ayates) derivaron en un verdadero margayate”.

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