Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
EN LA VIGÉSIMA SEGUNDA edición del DRAE, que vio la luz en el año 2001, entre muchas otras novedades quedó incluida la siguiente entrada, que transcribo completa: "máster (del ingl. master y este del lat. magister, maestro). maestría. Título tras la licenciatura". Sin considerar por ahora lo impreciso de la definición, quiero señalar simplemente la inconveniencia de añadir un anglicismo más a la larguísima lista con que ya cuenta la lengua española. No dudo de que muchos de los recientes (y de los antiguos) anglicismos son no sólo tolerables sino convenientes, habida cuenta de la falta de vocablos castizos para expresar determinados conceptos o significados. No es ése, me parece, el caso del anglicismo máster. En México, y casi seguramente en muchos otros países americanos, al grado académico que está entre la licenciatura y el doctorado se le llama maestría y a quien recibe ese grado se le denomina maestro. Reconozco que, al menos en México, las universidades diseñan y ejecutan dos tipos de programas diferentes para el grado de maestría. Por una parte, y en ello está en alguna medida la explicación de la denominación misma, hay programas en los que los licenciados en determinada disciplina se preparan en la maestría para ser profesores de nivel superior (de licenciatura, predominantemente) en esa misma disciplina. En ese caso los créditos que cursa el estudiante de maestría tienen un contenido marcadamente didáctico y pedagógico. También llamamos maestrías a otros programas en los que el énfasis se pone en la profundización de los conocimientos adquiridos en la licenciatura, ya sea para un mejor desempeño profesional, ya sea para prepararse debidamente a los estudios doctorales. En este último caso no suele haber materias pedagógicas. No veo por qué no recomienda la Academia que a todo tipo de estudios (intermedios entre la licenciatura y el doctorado y que no sean especializaciones) se les llame maestría y no máster. Al egresado de esos programas conviene llamarlo maestro. En el DRAE (edición vigésima primera) no aparece máster; por lo contrario, acertadamente se define maestría (segunda acepción) como 'título de maestro'. Ya no parece tan buena la decimoséptima acepción de maestro: 'en algunos países se traduce como maestro el grado de master de los Estados Unidos, equivalente al de licenciado por una facultad universitaria'. En México, los estudios de un maestro en letras, valga como ejemplo, por una parte, no equivalen necesariamente a los de un master de los Estados Unidos; y por otra, tampoco valen lo mismo que los de una licenciatura en letras, sino que constituyen siempre un grado superior. Es necesario, por tanto, corregir esta decimoséptima definición de maestría en el DRAE, procurando hacerla más general, para que se pueda aplicar a la mayoría de los estudios que, en las diversas universidades del mundo hispánico, se llevan entre la licenciatura y el doctorado. Ya debidamente corregida esa definición, la voz maestría podrá emplearse con utilidad y propiedad, mejor que el anglicismo máster."
        Al principio de esta entrada decía yo que entre varios neologismos incluidos por primera vez en la vigésima segunda edición del DRAE (2001) está el anglicismo máster (adaptado al español mediante la tilde), definido como ‘maestría’. Se señala que la voz inglesa master (sin acento) procede del latín magister (‘maestro’). Se conserva —menos mal— la entrada maestría, cuyas segunda, tercera y cuarta acepciones son, respectivamente: ‘título de maestro’, ‘curso de posgrado en una determinada especialidad’ y ‘titulación así obtenida’. Creo que aún habría sido tiempo de emprender en España una campaña contra el anglicismo máster (y a favor de la voz hispánica maestría), antes de su incorporación en el DRAE. En el Corpus de referencia del español actual”, CREA (www.rae.es), en textos correspondientes a España, hay, con mayúscula, 24 Máster y 19 Maestría. Ciertamente, escritos con minúscula, casi ninguna maestría corresponde al significado de ‘título o curso de posgrado’ y casi todas los vocablos máster tienen precisamente ese sentido.
        Suponía yo que el anglicismo máster era propio sólo del español de España. No es así. Ha entrado ya en la norma de algunos países suramericanos. Creo que en México va ganando la batalla la voz hispánica maestría o Maestría. En el CREA, en textos mexicanos no se documenta ni una vez el anglicismo. Ojalá las más prestigiosas universidades públicas del país, con la UNAM al frente, sigan empleando oficialmente, como lo vienen haciendo, sólo la voz hispánica Maestría. Ello ayudará a que también se emplee esa voz por parte de algunas universidades privadas, muchas de ellas de estilo e influencia estadunidense, que comienzan a emplear el anglicismo.

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