TANTO EN SU GRAMÁTICA cuanto en su Diccionario, la Academia incluye entre las conjunciones coordinantes adversativas, además de las comunes (mas, pero, sino), otras que para mayor precisión denomina "locuciones conjuntivas": sin embargo, no obstante, antes bien, etcétera.
Posiciones teóricas más avanzadas rechazan este tipo de clasificación con argumentos, a mi juicio, muy convincentes. Hacen ver, en concreto, que uno de los rasgos característicos y plenamente gramaticales de las conjunciones coordinantes es la imposibilidad de que ocurran dos o más conjunciones de esta naturaleza en el mismo nivel estructural. No puede decirse, por ejemplo, "estaba lloviendo *pero sino fui a la cita". Por otra parte, las verdaderas conjunciones o nexos coordinantes tienen, a juicio de varios gramáticos modernos, como otra característica estructural peculiar, la necesidad de aparecer en la posición inicial del sintagma que introducen. Así, no resulta gramatical la oración "estaba lloviendo fui *pero a la cita".
Ahora bien, puede observarse que el constituyente sin embargo no se comporta de conformidad con lo estipulado para las conjunciones coordinantes, pues, por una parte, puede aparecer junto a un nexo coordinante ("estaba lloviendo pero sin embargo fui a la cita") y, por otra parte, no necesariamente aparece siempre en posición inicial del sintagma que introduce ("estaba lloviendo, sin embargo fui a la cita" y "estaba lloviendo, fui sin embargo a la cita").
Elementos como sin embargo, en cambio, no obstante y otros han recibido diversas designaciones en la gramática moderna, precisamente para distinguirlos de las conjunciones. Cecilia Rojas, por ejemplo, que ha estudiado profundamente este asunto, recomienda el término de adverbios oracionales. Lo que por ahora me importa destacar es que, de conformidad con criterios distribucionales, muy importantes en gramática, convendría que la Academia no los incluyera ni los definiera como conjunciones, pues no funcionan como tales.