Dicho de charros que, en forma de sentencia casuística, dice lo que enuncia. Rima consonante entre el primero y el segundo hemistiquios que en sus orígenes debieron ser ambos octosílabos y la forma del refrán debió haber sido: "caballo cola parada, no es bueno p'a la charreada", más propio del hablar ranchero en cuyo universo de usa. La forma recogida en este refranero, por tanto, parece secundaria.