Dicho que dice, con poca verdad, que las arañas no son capaces de elevarse del suelo. De hecho, es idéntico, cambiando de insecto, a otro que dice: "no hay pinacate que suba media pared". El sentido paremiológico, empero, del refrán del individuo de poca monta, insignificante, bicho social equiparado a una araña y se dice de él que siempre se arrastrará por el suelo y no pasará de media pared. "Araña" tiene en el habla popular mexicana un sentido despectivo.