Refrán popular de la serie "no hay que buscarle" que, como todos los de la serie, significa que no hay que buscarse dificultades sin necesidad. Tiene la estructura siguiente: "no hay que buscarle X a Y", cuando X es un imposible de Y. Tienen el mismo sentido paremiológico, pues, refranes como ""no hay que buscarle mangas al chaleco"; "no hay que buscarle pencas al quiote"; "no hay que buscarle ruido al chicharrón"; "no hay que buscarle tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro"; "no hay que buscarles chichis a las culebras"; "no hay que buscarle ruido al cacahuate"