Refrán que bajo la forma de una interpelación aconseja no llorar por algo puesto que hay pérdidas mayores. La forma es la de una parenesis o exhortación. El valor argumentativo del refrán está construido sobre la contraposición entre "burra" y "hatajo". La base de la argumentación es el tópico "más / menos" de la Retórica aristotélica: si no llora el que perdió lo más, mucho menos debe llorar quien perdió lo menos". La estructura rítmica es la de dos hemistiquios octosílabos polirrítmicos.