Refrán popular que significa lo que enuncia. De hecho se dice en situaciones en que alguien quiere andar en todas partes y meterse en todo, hasta en las cosas que se excluyen entre sí. Es de la serie de los refranes "no se puede" que están construidos sobre la exclusión de una de las dos cosas mencionadas que, de por sí, se excluyen entre sí: repicar y andar en la procesión, chiflar y comer pinole, mamar y comer zacate, etc.