Dicho popular que, como otros dichos del género, se refiere de manera insultante al poblano. Probablemente, forma parte de la lucha folclórica entre las diferentes regiones del país. Tiene forma exclamativa. Significa lo que enuncia. En el refranero han quedado huellas, como ya hemos señalado, de pugnas entre grupos étnicos, habitantes de distintas poblaciones con el afán de afirmar su identidad que tuvieron lugar desde el siglo XVI y en las que el siglo XVII fue muy rico. El refranero, en efecto, recoge las puyas e insultos de pleitos que aún persisten. Tiene rima consonante entre sus dos partes.