Refrán popular que se atiene al tópico de que el amarillo es un color de mal gusto. Muchos otros refranes y variantes expresan se atienen al él. Por ejemplo: "la que de amarillo se viste, en su hermosura confía, o de pícara se pasa", "la que de amarillo se viste en su hermosura confía o de sinvergüenza se pasa". Rubio dice que la aversión que el refranero tiene al amarillo es "por lo bien poco que generalmente favorece a las mujeres el traje de tal color". Sin embargo, el mismo refranero asienta que "en gustos no hay nada escrito". Variantes: "si no hubiera malos gustos, no se vendiera lo anteado" (F. 38, 64, 90 y 122); "si no hubiera malos gustos, ¡pobres de las feas!" (F. 113 y 116); "si no hubiera malos gustos, no se vendería la zaraza amarilla" (F. 48).