Poema del día

Siete poemas para esta semana. Selección de Felipe Garrido

Lunes, 24 de Febrero de 2020
Por: Felipe Garrido

Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria

 

Lunes

Dónde

Dónde el sueño cumplido
y dónde el loco amor
que todos
o que algunos
siempre
tras la serena máscara
pedimos de rodillas.

Idea Vilariño (1920-2009)
Antología de poesía latinoamericana contemporánea
Selección de Piedad Bonnett
Norma, Bogotá, 2010

Martes

En una estación del Metro

Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro
y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos
y la perdieron para siempre en la multitud.
Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por las estaciones
y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles
y quizás el amor no es más que eso:
una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro
y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre.

Óscar Hahn (1938)
Poesía completa (1961-2012)
Prólogo de Adriana Valdés
Epílogo, una entrevista de Francisco José Cruz

Miércoles

No me dejes, amor

No me dejes, amor, que estoy viviendo
esta fluidez de sentimiento puro;
luz convertida en ligazón perfecta,
coral de tu sonrisa en la paloma
de mi palabra esperanzada y muerta.
Calla mi labio enmudecido a todo
ante el asombro de tenerte cerca.
Si es cierta la distancia, ésta no existe
en el color que señaló la aurora
y así la gracia me besó en silencio
tan dulcemente que ignoré su fuego.

Magdalena Mondragón (1913-1982)
El vertical silencio.
Siglo XX, Escritores Coahuilenses,
Universidad Autónoma de Coahuila,
Saltillo, 2003.

Jueves

LVIII
Al ver mis horas de fiebre
e insomnio lentas pasar,
a la orilla de mi lecho,
¿quién se sentará?
Cuando la trémula mano
tienda, próximo a expirar,
buscando una mano amiga,
¿quién la estrechará?
Cuando la muerte vidrie
de mis ojos el cristal,
mis párpados, aun abiertos,
¿quién los cerrará?
Cuando la campana suene
(si suena en mi funeral),
una oración, al oírla,
¿quién murmurará?
Cuando mis pálidos restos
oprima la tierra ya,
sobre la olvidada fosa,
¿quién vendrá a llorar?
Quién, en fin, al otro día,
cuando el sol vuelva a brillar,
de que pasé por el mundo,
¿quién se acordará?

Gustavo Adolfo Bécquer
Rimas, narraciones y leyendas
Editores Mexicanos Unidos,
México, 1992.

Viernes

Hace tres días, “En una estación del Metro”, de Óscar Hahan, despertó un interés inusitado entre los lectores de Un poema al día, y me hizo recordar lo que hoy comparto: un cuento que he publicado en La Jornada Semanal y la Musa y el Garabato y Conjuros y ahora. Cada vez con menos palabras.

Subterránea

Para Sonia, en su día.

Sesenta o setenta metros bajo tierra, un día de otro tiempo vi a una muchacha en el andén de enfrente: radiante, fresca, ensimismada, unos libros contra el pecho. No pude apartarla de mi vista; cruzamos la mirada… un relámpago naranja la ocultó.
Lo mismo dos o tres días después, y la semana siguiente, y la otra. Siempre que corrí por túneles y puentes, el Metro llegó antes que yo.
Pasó el tiempo, cambié de trabajo y de rutina; dejé de verla. Hasta ahora que, por casualidad, al volver a esta estación, sesenta, setenta metros bajo tierra, entre toda esa gente que espera el Metro del otro lado de las vías, vuelvo a verla: radiante, fresca, ensimismada, los libros contra el pecho. Me aterra, intocada por el tiempo.

Felipe Garrido (1942)

Sábado

Mis amigos

A Saúl Ibargoyen y a
Enriqueta Chaigneau

Mis amigos son sin necesidad de adornos.
Me acogen en su dicha,
piden que ahuyente su soledad
y respetan la transparencia de mis recuerdos.
Mis amigos son una tribu que regala sus frutos
y habla de amor
para acercar nuestros brazos al futuro
y entregarle trabajo a una pasión.
Mis amigos instruyen caracolas
así la verdad llega al oído de mi isla sagrada
y las secretas costas de todos los mares
por medio de una generosa flor de cal.
Su vida en mi vida es un paso más
una brazada de navegante que hiere la noche
plateada de estaciones benignas
y lleva a cualquier tierra la libertad del mar.

Francesca Gargallo (1956)
A manera de retrato una mujer cruza la calle
UAM, México, 1990

Domingo

De “Errar de ángeles”

Los ojos…

Los ojos en tránsito de vuelo
ciegos por otra luz
rasgan la intensa parábola
del cuerpo
Ser nada
como si errar
fuera el paraíso
Un grito hacia el Oriente
silenciosa madre
duelo
En lentísimo vacío
danzan los ángeles
hasta ser una línea
casi nada
Como si atarse
fuera
abismo

*

Acercarse…

acercarse a la devastación y desde ahí
amarnos con la violencia de saber
que mañana ya no estaremos
Hagamos el amor todos los días
setenta veces siete
cuánto tiempo nos queda antes de envejecer

Leticia Villagarcía (1956)
Claro de lunes
Taller Editorial La Casa del Mago
Guadalajara, México, 2017

 


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