La imagen de un Isidro Fabela revolucionario y nostálgico por la vida rural que parecía derrumbarse en el siglo XX, quedó plasmada en una serie de relatos breves que produjo en Europa, mientras cumplía sus deberes diplomáticos que le fueron encomendados por Venustiano Carranza. Se trata de La tristeza del amo, textos que ahora son recopilados en el libro Isidro Fabela junto con su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua, en 1953.
“Fabela escribió muchos ensayos de política internacional y de historia, pero pocas fueron sus incursiones en la literatura. Lo que ahora se publica son dos de sus grandes creaciones en las letras: La tristeza del amo, que contiene 14 relatos breves, y muestra un joven autor rebelde y A mi señor Don Quijote, que muestra su vocación por la libertad a través de un clásico”, señaló Óscar González, compilador de la obra.
El también escritor, destacó que Fabela (1882-1964) es recordado como el político y diplomático del siglo XIX que contribuyó de manera destacada en la definición y rumbo de la política internacional de México, al ser representante del país en Francia, Inglaterra, España y Argentina; sin embargo, poco se difunde su producción literaria.
“Es relativamente poco conocida su prosa fuera del Estado de México, lugar donde nació. He tenido la oportunidad de ver que su obra es leída en España, Argentina e incluso en Costa Rica, pero para el gran público es un autor desconocido, se le reconoce mucho su faceta diplomática, por lo que valdría la pena difundir sus textos en suplementos culturales y en reediciones”, consideró Óscar González.
En opinión del prologuista del libro editado por el Fondo Editorial del Estado de México (FOEM), el sello característico de Fabela es una prosa romántica de principios de siglos XIX y XX, que se acentuó cuando se unió a la Revolución Mexicana.
“Lo que nos queda de su prosa es la emoción romántica, sin embargo, no alcanza a ser parte de lo que sucedió después en México y América Latina: el modernismo. Está entre el puente del romanticismo y modernismo, pero lo que me parece muy relevante es cómo logra rescatar la nostalgia por la vida campesina y campirana de México”, precisó.
NOSTALGIA Y LIBERTAD. Isidro Fabela fue miembro del Ateneo de la Juventud e inició su labor literaria con el trabajo "En el establo", cuento con el que obtiene el primer lugar del certamen convocado por la revista Mundo Ilustrado, antecedente de una serie de cuentos que integran el texto "La tristeza del amo", explicó Alfonso Sánchez Arteche, historiador y miembro del FOEM.
“Escribió "La tristeza del amo" en 1906, pero terminó sus relatos estando en Europa representando al gobierno de Venustiano Carranza, es decir, quería ser escritor pero se atravesó la Revolución Mexicana, se unió a las fuerzas carrancistas y fue enviado como representante de México a Europa”, detalló.
Esta serie de relatos breves como "El bosque canta", "Bajo el pinar" o "Añoranzas de mi pueblo", se publicaron por primera vez en Madrid en 1916, con ilustraciones de Ernesto García Cabral (un gran amigo de Isidro Fabela) y, en opinión de Óscar González, son textos con una ligera influencia de León Tolstoi.
“Conservadores ambos por herencia de una cierta aristocracia rural, por condición de clase, devendrán rebeldes y aun revolucionarios por vías de un humanismo pacifista o de una militancia política que, en el fondo, muestra la vocación libertaria y justiciera como destino personal, en Tolstoi y en Fabela”, comentó.
Sobre A mi señor Don Quijote, dice el historiador Sánchez Arteche, es el discurso que Isidro pronunció el 23 de septiembre de 1953, cuando ocupó la silla XXI de la Academia Mexicana de la Lengua.
“Es un ensayo maravilloso sobre lo que representó para él Miguel de Cervantes. Fabela tenía valorada mucho la hidalguía: ser hombre de palabra y de una sola pieza. En ese discurso reflexiona sobre lo que debe ser”, destacó.
A mi señor Don Quijote se publicó dos años después de su muerte (1966) y contiene 25 ensayos de el Quijote en diversas utopías y geografías, como: "La felicidad de escribir", "No es un rey de burlas", "Su ideal y Cervantes poeta", por mencionar algunos.
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