Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
LA MAYOR PARTE DE LAS DUDAS que tenemos los hispanohablantes para el empleo correcto de las mayúsculas tiene que ver con el concepto de 'nombre propio'. La regla que indica la obligatoriedad de la mayúscula inicial en ese tipo de sustantivos, en no pocos casos, resulta de difícil aplicación porque no sabemos exactamente cuáles nombres son propios y cuáles son comunes, ni tampoco nos lo enseña la gramática, porque parece que el asunto no es precisamente de su competencia. Ejemplo de este tipo de confusiones podría serlo un buen número de designaciones geográficas. Si París, Roma, Támesis, Inglaterra, etc., son denominaciones que nadie duda de escribir con mayúscula inicial, no sucede lo mismo con otras constituidas por frases nominales. Puede verse escrito, por ejemplo, tanto Puerto de Veracruz cuanto puerto de Veracruz.
        Para nosotros, mexicanos, resulta de particular interés la ortografía del nombre de la capital del país. Convendría, antes que otra cosa, fijar con precisión cuál es esa designación. No faltará quien piense que en ello no hay problema alguno. En efecto, no debería haberlo, pero lo hay. Al problema de nuestra famosa x (pronunciada como j) hay que añadir la cada vez más generalizada costumbre de llamar a la ciudad capital del país no precisamente México sino ciudad de México, quizá porque advertimos la necesidad de especificar que se trata de la capital y no del país mismo, que lleva, en la práctica, el mismo nombre (México). Cuando alguien quiere decir, sea por caso, que vive en la capital mexicana, se ve precisado a decir "vivo en la ciudad de México", pues si dice "vivo en México" corre el riesgo de que se interprete como vive en la República Mexicana. A problema semejante se enfrentan los que quieren referirse a las capitales de Guatemala o Panamá y, en nuestro propio país, los que aluden a las capitales de los estados de Aguascalientes, Guanajuato, Campeche...
        Independientemente de las ventajas que conlleva el hablar de la ciudad de México y no sólo de México, no cabe duda de que el nombre oficial de la capital del país sigue siendo México y no ciudad de México. Esto quiere decir que la palabra ciudad, en esa frase, no forma parte del nombre propio de la capital y, por ende, debe escribirse con minúscula. Cada vez con mayor frecuencia aparece el sustantivo común ciudad, en esa frase, escrito con mayúscula (*Ciudad de México). Tan se siente parte de la designación ese sustantivo, que en no pocas ocasiones se suprime el artículo determinado que suele acompañar a frases como ésa. Así, se oyen y se ven escritos enunciados como el siguiente: "*vivo en ciudad de México". Quien dice ciudad de México, sin artículo, no cabe duda de que considera la voz ciudad como parte del nombre de la capital. Véase que no suele decirse, por ejemplo, "vivo en *ciudad de París", sino "vivo en la ciudad de París" (o, simplemente, "vivo en París").
        En resumen, mientras el nombre oficial de la capital siga siendo México, convendría, por una parte, escribir ciudad con minúscula (ciudad de México) y, por otro, en enunciados donde intervenga esa denominación, no omitir el artículo determinado ("vivo en la ciudad de México"), pues su función precisa es (junto con la aposición de México) determinar esa ciudad entre otras.
        Los párrafos anteriores sobre el nombre de la ciudad capital de nuestro país y sobre su ortografía la escribí hace tiempo. Vuelvo ahora al mismo asunto porque, así sea indirecta, tenemos ya una norma académica. En el parágrafo 3.3.2 de la Ortografía de la lengua española de la Real Academia Española (Espasa, Madrid, 1999), edición revisada por las Academias de la Lengua Española, se trata lo relativo al empleo de las mayúsculas iniciales en función de la condición o categoría del sustantivo. Una parte de la segunda regla dice: "Se escribe con mayúscula el nombre que acompaña a los nombres propios de lugar, cuando forma parte del topónimo. Ejemplos: Ciudad de México, Sierra Nevada [...]". Según esto la palabra Ciudad forma parte del topónimo correspondiente a la capital mexicana y debe escribirse con inicial mayúscula. De conformidad con este manual, el nombre de la capital es, por tanto, Ciudad de México y no México. Confieso que no conozco decreto ni ordenamiento alguno de autoridades competentes que señale que el nombre oficial de la capital del país es el de Ciudad de México. Por otra parte, podremos encontrar información sobre esta ciudad en el artículo México (o México, ciudad de) de las enciclopedias y no en los artículos que comienzan por la palabra Ciudad. Por ejemplo, en la célebre Enciclopedia de México (dirigida por José Rogelio Álvarez, 1977), en la letra C encontramos los siguientes artículos: Ciudad Altamirano, Ciudad Guzmán, Ciudad Juárez, Ciudad Madera, Ciudad Obregón, Ciudad Valles y Ciudad Victoria. Lo referente a la capital del país aparece en la letra M, en el artículo México (ciudad de).
       
 Podría pensarse que la (indirecta) norma académica, relativamente reciente, se basa en el empleo mayoritario, por parte de los hispanohablantes, sobre todo mexicanos, de la mayúscula en la palabra Ciudad, cuando forma parte del topónimo Ciudad de México. Tampoco esto parece fácil de comprobar. Hice por mi parte algunas calas, elementales por necesidad, pero que pueden resultar en alguna medida útiles. En mi opinión los corpus de lengua española más confiables, por su enorme volumen, son los que aparecen en la página electrónica de la Real Academia Española (www.rae.es) y que se conocen como Corpus diacrónico del español (CORDE) y Corpus de referencia del español actual (CREA). El primero contiene textos desde los inicios del idioma hasta 1975. El CREA, por su parte, reúne textos de 1975 en adelante, hasta nuestros días. Sobre el caso que me ocupa, presento algunos datos del CORDE y del CREA, que comentaré en seguida:

        1 CORDE
        
        Ciudad de México
        Todos los países: 806 casos / 182 documentos
        Sólo México: 492 / 75
        
        Ciudad de México
        Todos los países: 31 / 24
        Sólo México: 13 / 13

        El registro más antiguo de mayúscula en Ciudad (de México) es un documento notarial anónimo (mexicano) de 1548. Hay asimismo documentaciones, pocas, para los siglos XVI al XVIII. En CORDE no hay casos de mayúscula correspondientes al siglo XIX. Vuelve a aparecer en el XX. Son mucho más abundantes las documentaciones de ciudad de México. La más temprana (1530) corresponde a una relación escrita por Juan de Sámano. Al siglo XVI, en el CORDE, corresponden 287; al XVII, 202; al XVIII, 193; al XIX, 10; al XX, 126. Obsérvese, sin embargo que el empleo de la minúscula va disminuyendo paulatinamente, de centuria en centuria.

         2 CREA (1)
        
        Ciudad de México
        Todos los países: 1,302 / 549
        Sólo México: 1,154 / 440
        
        Ciudad de México
        Todos los países: 1,017 / 542
        Sólo México: 631 / 326

        Es evidente que el auge de la mayúscula corresponde a los años más recientes (desde 1975 hasta nuestros días). Debe reconocerse, sin embargo, que, en promedio, sigue predominando el empleo de la minúscula: en todos los países, con un 56 %; en sólo México, con un amplio 65 %). Pero, por otra parte, es cierto asimismo que el empleo de la mayúscula va en aumento, como puede apreciarse en los siguientes cuadros:

        3 CREA (2) (todos los países)
        
        Ciudad de México
        1975-1985: 261
        1985-1995: 348
        1995-2005: 725
        
        Ciudad de México
        1975-1985: 59
        1985-1995: 200
        1995-2005: 779
        
        
        4 CREA (3) (sólo México)
        
        Ciudad de México
        1975-1985: 242
        1985-1995: 296
        1995-2005: 629
        
        Ciudad de México
        1975-1985: 45
        1985-1995: 105
        1995-2005: 481

        En las dos primeras décadas examinadas en el cuadro anterior hay predominio en "todos los países" de la minúscula; en la última, la mayúscula tuvo mayor frecuencia. En "sólo México", por lo contrario, en todas las décadas es más frecuente el empleo de la minúscula. Otra forma de ver cómo los hablantes transforman un nombre común (ciudad) en parte de un nombre propio (Ciudad de México) es mediante la supresión del artículo la. Cuando se dice o se escribe "Vivo en Ciudad de México" (y no "Vivo en la ciudad de México") se confirma que la palabra Ciudad se está considerando parte del nombre propio, del topónimo y que debe escribirse con mayúscula. La supresión del artículo también es un fenómeno en crecimiento, aunque está lejos de superar el empleo del topónimo precedido de la:

        5 CREA (4) (todos los países)
        
        (Vivo en) la Ciudad de México
        1975-1985: 37
        1985-1995: 116
        1995-2005: 502
        
        (Vivo en) Ciudad de México
        1975-1985: 22
        1985-1995: 84
        1995-2005: 277

        Frente a todo lo expuesto, es más que probable que el empleo de mayúscula en Ciudad (de México) se convierta en obligatorio; hoy se trata, como dije, sólo de una normatividad indirecta. Creo sin embargo que esta regla debe esperar un poco más por las dos siguientes razones: 1) No hay decreto ni ordenamiento alguno que señale expresamente que el nombre de la capital de nuestro país es Ciudad de México. 2) Sigue siendo preferido, todavía en nuestros días, en México, el empleo de la minúscula en la palabra ciudad (de México), tanto en los periódicos cuanto en los libros. Cuando el uso de la mayúscula supere claramente el de la minúscula, sobre todo en el español mexicano, será momento oportuno de redactar una regla de cumplimiento obligatorio. Recordemos que son los hablantes los que en verdad norman y regulan el empleo del lenguaje.

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