Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
EL LÉXICO DEL AUTOMÓVIL, por su gran riqueza de términos y su variedad regional, merece ser estudiado con cuidado. En el español mexicano el vocabulario referente a los vehículos de motor parece caracterizarse, frente al propio de otras zonas, por lo aparentemente exclusivo (o casi) de algunas designaciones (cofre por capó o tapa, camión por autobús, cajuela por maletero o baúl, limpiadores por limpiabrisas o limpiaparabrisas, llanta de refacción por de repuesto o auxiliar, salpicadera por guardafango o guardabarro, acumulador por batería, calaveras por luces de atrás o traseras, reversa por retroceso o marcha atrás, rebasar por pasar o adelantar, etc.) y por sus relativamente abundantes anglicismos: carro (frente a auto, coche) claxon (bocina, pito, corneta), chasis (carrocería), convertible (descapotable), tanque (depósito), clutch (embrague), switch (arranque), mofle (escape), luces de stop (de freno), reversa (atrás), poncharse (reventarse), ponchada (pinchazo)...
        A veces, sin embargo, la presencia de un determinado vocablo, así se trate de un anglicismo, resulta conveniente para precisar ciertos significados y construir con más lógica un campo semántico. Creo que tal es el caso del mexicanismo rin, proveniente tal vez del inglés rim ('edge, border' y, al menos en algunos dialectos, 'outer part of a wheel', 'mounting for a tire'). Rin, en el español mexicano, designa la parte metálica de la rueda de los automóviles (y también de las bicicletas). Distinguimos, por tanto, la llanta ('cubierta de goma'), el rin ('parte metálica de la rueda'), cámara ('pieza interior de la llanta que se llena de aire') y rueda ('conjunto completo' de las partes mencionadas).
        En otras variedades de la lengua española hay ciertas confusiones u homonimias inconvenientes. El mismo DRAE asigna a la voz llanta los siguientes significados: 'cerco metálico exterior de las ruedas de los coches de caballos y carros'; llanta de goma: 'cerco de esta materia que cubre la rueda de los coches'. Aunque ciertamente no asigna a llanta el sentido preciso de 'parte metálica de la rueda de los automóviles', esa voz cobra ese sentido en varios dialectos de la lengua española (el de Madrid y el de Santiago de Chile, por ejemplo). Por tanto, en esas variedades (y seguramente en varias otras) se designa con el mismo término la parte metálica de la rueda y la cubierta de goma. Por lo contrario, en el español mexicano creo que casi nadie emplea la voz llanta para aludir a la parte metálica de la rueda (rin). Es sólo un ejemplo, entre muchos que se podrían aducir, de precisiones léxicas convenientes. Claro que podría para ello usarse una voz hispánica (aro, sea por caso, que se emplea en algunas partes, en lugar de rin o de llanta). Lo que interesa es que determinados vocablos ayuden a precisar las diversas partes de objetos que todos empleamos y a los que todos necesitamos referirnos. No se trata ni de tecnicismos ni de rebuscamientos. Debe recordarse que una de las principales características de un vocabulario útil es su precisión.

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