Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
EN LATÍN EL ADJETIVO prior, comparativo de superioridad de un inusual pris, significaba, entre otras cosas, 'el primero, delantero, sobresaliente, preferible'. En español produjo dos familias de palabras. Una tiene que ver con dignidades eclesiásticas: prior, priora, prioral, priorato, priorazgo; de la otra es cabeza el sustantivo abstracto prioridad ('anterioridad de una cosa respecto de otra, en tiempo y en orden'), del que deriva, según el DRAE, sólo el adjetivo prioritario ('lo que tiene prioridad respecto de algo'). En muchos diccionarios, reducciones arbitrarias del académico, ni siquiera prioritario tiene cabida. En el español mexicano, además de prioridad y prioritario, se emplea también el verbo priorizar, cuyo significado explicaré en seguida.
        Por lo que toca a la primera de estas familias, la encabezada por prior, poco hay que decir. Se trata de voces con significado muy especializado que poco se emplean en el habla común. Por lo contrario, prioridad, prioritario y aun priorizar son vocablos que, sobre todo en la jerga político-administrativa, se vienen oyendo (y se escriben) con frecuencia creciente.
        Los significados que de prioridad da cuenta el DRAE difieren en algo de los que tenía en el latín prior. En español dicho término alude sobre todo al concepto de 'anterioridad' o 'precedencia', ya sea en el tiempo, en el espacio o en el orden. Es vocablo empleado también en la filosofía —prioridad de naturaleza ('anterioridad de una cosa respecto de otra precisamente en cuanto es causa suya, aunque existan en un mismo instante de tiempo')— y en la teología cristiana —prioridad de origen ('la que se considera en aquellas personas de la Trinidad que son principio de otra u otras que de ellas proceden: como el Padre, que es principio del Verbo, y ambos principio del Espíritu Santo')—.
        Me parece que, refiriéndome ya al español mexicano actual, se viene produciendo aquí un cambio importante de significado en esos vocablos. En la mayor parte de los textos en que se emplean prioridad y prioritario, más que aludir al concepto de 'anterioridad', se refieren al concepto 'importancia' e 'importante'. No niego que, en el fondo, algo permanezca del significado original de prioridad y prioritario. Si en un discurso político, por ejemplo, cierto asunto queda definido como prioritario, es decir importante, debe atenderse antes que otros negocios no prioritarios, con lo que de alguna forma la primigenia idea de 'anterioridad' permanece. El hijo primogénito tiene sobre sus hermanos la prioridad (en el sentido que señala el DRAE), pero uno de sus hermanos puede ser prioritario para los padres, por ejemplo porque está enfermo. Este matiz semántico queda patente, me parece, en la creación, relativamente reciente en el español mexicano, del verbo transitivo priorizar (y, mucho menos empleado, el sustantivo de él derivado, priorización), que, hasta donde entiendo, equivale a 'dar a algo la mayor importancia' y, por lo tanto, atenderlo antes que otras cosas, o también 'ordenar, por importancia, varios asuntos'. El cambio semántico, que no niego que sea sutil, consiste en que, a diferencia de las prioridades explicadas en el DRAE —que lo son por naturaleza, por definición, que no pueden modificarse arbitrariamente—, las prioridades políticas y administrativas pueden establecerse y modificarse.
        En resumen, priorizar y priorización, como 'acción y efecto de priorizar', son neologismos léxicos; prioridad y prioritario, con sus significaciones mexicanas, son neologismos semánticos. Para su inclusión en los diccionarios convendría esperar a que se establezcan como algo definitivo en un mayor número de hablas y de textos.

Comparte este artículo

La publicación de este sitio electrónico es posible gracias al apoyo de:

Donceles #66,
Centro Histórico,
alcaldía Cuauhtémoc,
Ciudad de México,
06010.

(+52)55 5208 2526
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

® 2024 Academia Mexicana de la Lengua