Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
ABUNDAN EN LA LENGUA las frases hechas, las locuciones fijas, entre cuyas características destaca precisamente la de su inmutabilidad frente a la posibilidad de modificaciones, adiciones y supresiones que pueden darse en el resto de los sintagmas no fijos. Todos los idiomas poseen gran cantidad de locuciones de este tipo, y vienen a ser una de las mayores dificultades que se les presentan a quienes quieren adquirir una segunda lengua. Su aprendizaje es particularmente difícil cuando, además de fijas, tienen el rasgo de su falta de sentido palabra por palabra, es decir, cuando constituyen los llamados idiotismos lingüísticos (construcciones que van contra las reglas gramaticales pero que son propias de una lengua). Por ello resultan intraducibles. Inténtese, por ejemplo, traducir al inglés el sentido de la expresión entre azul y buenas noches, o bien, viértase al español el de la expresión inglesa it rains cats and dogs.
        Existen también frases y locuciones que, sin constituir propiamente idiotismos, son también fijas. Buen ejemplo de ello es el enunciado solución de continuidad. Según el DRAE, que lo incluye en la entrada solución, tal sintagma significa 'interrupción o falta de continuidad'. En ediciones recientes se señala asimismo que suele usarse más frecuentemente de manera negativa: sin solución de continuidad ('sin interrupción'). La explicación de este peculiar sentido la puede proporcionar alguna de las acepciones del vocablo solución, como podría ser la primera: 'acción y efecto de desatar o disolver'; si algo se desata o disuelve se pierde la continuidad.
        Es frecuente que la expresión solución de continuidad se emplee con el sentido contrario al que menciona el DRAE. Hace poco un profesor explicaba a otro, que lo sustituiría por unos días, el programa de su asignatura y los ejercicios que los estudiantes deberían hacer para que se diera así una solución de continuidad. Lo que quería decir era, evidentemente, lo contrario, que debería haber continuidad, que no debería producirse una solución de continuidad. Faltó allí la partícula negativa y, de esa forma, ese profesor expresó lo opuesto de lo que deseaba decir.
        Tal vez influya para este uso equivocado de la expresión el cruce con otra de las acepciones de la voz solución, la segunda: 'acción y efecto de resolver una duda o dificultad'. Así, para algunos hablantes, solución de continuidad viene a significar algo como 'manera como puede resolverse la dificultad de la continuidad', lo que resulta radicalmente diferente del sentido que esa expresión fija tiene según los diccionarios.

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