Refrán ranchero que metafóricamente señala el hecho, como dice Rubio, de "que cuando no se tiene a la mujer que se desea, puede suplirse con cualquiera otra". En el habla popular mexicana, el jorongo es, a decir de Santamaría, un "poncho o capote, usado por los campesinos, con entrada para la cabeza". Precisamente, esta "entrada para la cabeza" es la bocamanga.. Desde el punto de vista de la forma, es una declaración exclamativa cuyo primer miembro indica el modo como tiene lugar lo sentenciado en el segundo. Variantes: "cualquier hilacha es jorongo, sabiéndosela embrocar" (F. 12); "cualquier hilacha se hace jorongo, abriéndosele bocamanga" (F. 98); "cualquier hilacha es jorongo, abriéndole bocamanga" (F. 12, 35, 90, 116 y 122); "cualquier sarape es jorongo, abriéndole bocamanga" (F. 49, 66, 105, 106, 132 y 133); "cualquier sarape es jorongo, si se le abre bocamanga" (F. 90 y 122