Refrán mexicano que, como dice Rubio, "alude a las propiedades carminativas del aguacate" y que circula tanto en el ámbito de los aguacateros y comerciantes, como en el de los alimentos. La palabra aguacate proviene de la palabra náhuatl uctl que significa testículo. El sentido literal del refrán coincide con su sentido paremiológico. Su estructura métrica está construida en dos hemistiquios en rima consonante de 7 y 5 sílabas, respectivamente. Se trata de un refrán en forma semiótica: su primer hemistiquio, el heptasílabo, funciona como significante en tanto que el segundo, el pentasílabo, hace las veces de significado.