Dicho en caló de tahúres. José Martínez Pérez lo explica así: "al tender las cartas de la baraja española en los albures, se colocan tres cartas diferentes sobre la mesa; la carta central es la del propietario del garito y nadie puede apostar a ella. Si gana el dueño del monte, forzosamente todos pierden, esto es, se van al cabrón, sitio muy lejano, según los que han ido". El dicho tiene dos partes, prótasis y apódosis, que riman consonanticamente.