Refrán que, bajo la imagen de un viejo amor y de un camino real, asienta que a cosas como esas siempre se regresa como a un sitio seguro. Pues, como dice una canción mexicana, "un viejo amor, ni se olvida, ni se deja". Enunciado en forma de una sentencia de estructura bimembre en donde los hemistiquios, de base de enunciación octosílaba, hay una relación de asonancia entre ambos. Se aplica a las situaciones análogas a una vieja querencia.