Refrán ranchero que sentencia que un año afortunado de cualquier manera produce y, por tanto, hasta sin sembrar se cosecha. Tiene, pues, el mismo sentido paremiológico que el refrán "de que el año viene bueno, comoquiera que esté el surco". El adjetivo "derecho" calificando a año, designa un año afortunado: cuando es así, hasta operaciones tan elementales como el barbechar salen sobrando. Es un refrán meteorológico que se aplica a los comienzos de año. Está estructurado en dos hemistiquios rimados: pentasílabo, el primero; octosílabo el segundo. El primer hemistiquio tiene la función de un ablativo absoluto que expresa en forma apodíctica la condición de la sentencia expresada por el segundo hemistiquio.