Refrán que expresa que la realidad es como es y, cuando ya se la vive, sólo queda afrontarla. La vida es asumida por el refrán como un montar a caballo: una vez arriba de él sólo queda tenerse firme. Se aplica cuando alguien está en problemas para decirle que se aguante. Tiene la forma de una sentencia casuística en dos hemistiquios octosílabos con rima asonante. El primero de ellos, como la mayor parte de los refranes tradicionales ya de "que", ya condicionales-si, cuando, de que, en cuasi ablativo absoluto-, ya circunstanciales, describe el caso; el segundo miembro, en cambio, determina la sanción. Los refranes que utilizan el montar a caballo como paradigma de la vida humana suelen ser de origen y uso rancheros. Variante: "arriba ya en el caballo, hay que aguantar los reparos" (F. 90).