El refrán equipara al caballo de crin grandota o tupida con el hombre con mucho o poco bigote: ambos son matalotes vocablo con que se designa al caballo inútil, torpe, haragán y de pura apariencia. Por lo general, se aplica para calificar como de mala calidad o "matalote" al individuo cuyo porte es pura apariencia. En el asunto del bigote, el refranero no se decide si el hombre matalote tiene mucho o poco bigote: las variantes del refrán dan las dos posibilidades. La semiótica social, pues, no es muy exacta. El refrán tiene la forma de un diagnóstico. El refrán tiene tres partes: las dos primeras expresan los síntomas en sendos octosílabos, la tercera es el diagnóstico. Hay rima consonante entre el último síntoma y el diagnóstico. Variantes: "caballo de mucha crin y hombre de mucho bigote, matalote" (F. 106); "caballo de mucha crin y hombre de poco bigote, matalote" (F. 35 y 116)