Se refiere al hecho de que un caballo que se ha apareado es un caballo renovado. Refrán declarativo cuyos hemistiquios están unidos por rima consonante. Variantes: "el caballo revolcado es caballo remudado" (F. 105); "si quieres remudar, deja a tu caballo revolcar" (F. 48, 49 y 90).