Refrán popular de origen ranchero que, en forma casuística, asienta lo que enuncia: que la mujer es terca como una mula. Como se sabe, en la cultura hispánica, la mula y su consorte, el macho, son reconocidos símbolos de la terquedad. Así se dice: "De que dice esta mula es mi macho, ha de ser macho la mula"; o bien: "más terco que el macho de Pichilingue". Tiene rima asonante al mezzo en cada hemistiquio. Variantes: "de que la mula dice: 'no paso', la mujer: 'me caso'; la mula no pasa y la mujer se casa"; "mula que dice 'no paso' y mujer que dice 'me caso', la mula no pasa y la mujer se casa" (F. 105).