Expresión paremiológica que indica, con despecho, como dice José Martínez Pérez, "que los afectos brindados por alguien que ahora es odiado, no tienen valor para quien habla". En la manera en que se encuentra no es una oración: carece de verbo en forma personal. Sin embargo, también circula bajo la forma de una oración: "yo les pido de amor caldo, y de caridad frijoles".