Refrán popular en forma de expresión exclamativa que, en esta forma, parece derivar de la forma que hemos puesto como variante: "el diablo no tiene cuándo" cuyo sentido paremiológico más frecuente es que el mal, cuya causalidad se atribuye al diablo, acontece de manera inesperada y sin programa previo. En este refrán, símbolo de esta imprevisibilidad con que acaecen las desgracias, es también el marido quien llega sin avisar y requiere el sexo en los momentos y situaciones menos previsibles. El predicado de este refrán "no tienen cuando" es una de las formas típicas del español mexicano que prefiere lo directo a lo indirecto y el símbolo a la abstracción. Variante: "el diablo no tiene cuándo" (F. 90 y 122).