Refrán popular que significa lo que enuncia. A saber: que quien tiene dinero goza de toda clase de consideraciones y todo se le disculpa según aquello de que: "a quien tiene buenos dineros, le huelen bien hasta los pedos" porque "cuando yo tenía dinero, / me llamaban don Tomás; / ahora que no lo tengo, / me dicen Tomás nomás". Y porque, al fin de cuentas, "aunque salga de manos asquerosas, el dinero siempre huele a rosas"