Dicho popular que, en forma irónica, expresa cuan propenso se está a considerarse el centro del universo y a considerar importante sólo lo que a uno le pasa. El texto del dicho, como se ve, se entiende por sí mismo. Tiene una formulación plástica de presentar el tópico "importante, lo mío, no lo tuyo". Tiene una estructura concéntrica que relaciona por una parte "enfermedad" y "maña", y por otra, "mío" y "mi vecino".