Refrán popular de origen ranchero que significa lo que enuncia. Pertenece a la serie de los refranes "es bueno X, pero no Y" en que cada X es una cosa declarada buena por el enunciador. El segundo miembro, Y, indica un abuso de X. Como se ha señalado, el tópico que subyace a estos refranes es expresado en términos de que "es bueno el uso, pero no el abuso". Todos los refranes de esta clase, por tanto, tienen el mismo sentido paremiológico. Variante: "es bueno entrar al potrero, pero no quemar el pasto" (F. 49).