Refrán popular de origen ranchero que en sentido literal dice lo que enuncia y en sentido paremiológico se usa para sancionar situaciones en que alguien se calienta mucho ya sea por la ira y por la pasión. Circula también así: "jarrito que hierve mucho, pronto se quema"; "ollita que hierve mucho, o se quema o se derrama". Tiene la forma de una sentencia.