Refrán popular que significa, por una parte, que quien más se queja es quien más padece. Las quejas del aplastado funcionarían, entonces, como síntomas de la opresión También se suele entender en el sentido de quien menos sirve es quien más lata da. Se utiliza, en este último caso, para comentar situaciones en que alguien está haciendo mucho argüende por algo. Variantes: "la rana más aplastada es la que más grita" (F. 70); "la rana más enlodada es la más chillona" (F. 90 y 116).