Refrán que aconseja que hay que atender a lo principal antes que a lo accesorio. Se emplea en todas las situaciones en que alguien se anda por las ramas en ves de ir al grano. Bajo la estructura "no hay que.." se esconde un consejo negativo que por su formulación se acerca a una prohibición. Los refranes "no hay que..", en efecto, abundan el refranero mexicano e instan a no hacer algo absurdo o a evitar algo en las circunstancias enunciadas en el mismo refrán.