Refrán exclamativo de tipo acústico que inserta en el contexto en que funciona a través de las palabras "no le hace". Se usa para expresar la resignación ante un hecho no tan conveniente. Todo el resto del dicho es sólo por afán barroco de buscar el sonido estupendo. Variantes: "no importa que nazcan chatos, con tal que respiren bien" (F. 90 y 122); "no le hace que nazcan chatos, como puedan resollar" (F. 116); "no le hace que nazcan chatos, con tal que resuellen bien" (F. 37, 66, 89, 90 y 132); "no le hace que nazcan chatos, nomás que respiren bien" (F. 12).