Dicho de mineros que dice lo que enuncia. Rubio lo interpreta en el sentido de que meterse a minero es perder dinero. En sentido paremiológico este texto para augurar a cualquier empresa un mal resultado. El sentido general del dicho es el de una queja. Formalmente, el refrán está estructurado en forma de una secuencia didáctica pregunta-respuesta que corresponden, respectivamente, a la primera y segunda partes del refrán.